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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

¿Doble 'rasero' en el Gobierno?

Este verano se ha puesto en funcionamiento una efectiva y contundente campaña para la reducción de las muertes en carretera que se puede decir que ha sido exitosa, pues ha conseguido una reducción del 16% respecto a las mismas fechas de 2003. De hecho, en todo el pasado año fallecieron 5.300 personas en nuestras carreteras.

Esta disminución hay que aplaudirla; sin embargo, la principal causa de mortalidad -a muchísima distancia de la producida por el tráfico- en España es la relacionada con el uso del tabaco.

Concretamente en el año 2003 fallecieron en España 60.000 personas por enfermedades relacionadas con el uso del tabaco. De estas 60.000, un 10%, 6.000, eran fumadores pasivos. Es decir, no sólo han fallecido 11 veces más personas que fuman que las que mueren en accidente de tráfico, sino que mueren más fumadores pasivos (6.000) que el total de personas que han fallecido en accidente de tráfico (5.300).

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Por esto es mi gran perplejidad y seguramente la de muchos de ustedes, ante la "pasividad" del Gobierno ante los 60.000 muertos por el tabaco y la falta de una campaña al menos tan contundente como la de tráfico, que ni de lejos lo es, o justamente una campaña antitabaco 11 veces más amplia y efectiva que la campaña para la reducción de las muertes por tráfico (todos los muertos deberían importar lo mismo). Porque lo cierto es que la insuficiente y actual normativa de la prohibición del tabaco en espacios públicos apenas existe o se cumple. De hecho, España debería seguir de inmediato el ejemplo de Irlanda, donde se ha prohibido fumar, y además se cumple, en todos los espacios públicos cerrados, o incluso ampliarla a aquellos espacios abiertos donde hay concentraciones de público (campos de fútbol, colas de espera del autobús, etcétera).

En nuestro pueblo, con el Ayuntamiento de Tres Cantos, tenemos un pésimo ejemplo de hacer mal las cosas, ya que permite fumar en el vestíbulo de la Casa de la Cultura, que es un edificio público y oficial, y también es la sede de la biblioteca pública, adonde acuden gran número de jóvenes estudiantes.

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