Moratinos quiere que España aporte legitimidad en la lucha antiterrorista
El ministro pide que se supere el enfoque exclusivamente militar
Respeto escrupuloso de la legalidad internacional, contribución a la resolución de "conflictos que alimentan y sirven de pretexto y contexto para el odio", y difusión de un mejor conocimiento del mundo islámico son tres aspectos básicos que Miguel Ángel Moratinos quiere incorporar a la política exterior, para que "España se convierta en un factor promotor de legitimidad" para la lucha antiterrorista internacional.
Todos esos criterios persiguen un objetivo claro: "Eliminar los asideros de legitimación de todos estos grupos fanáticos" que alimentan la escalada de la violencia. Moratinos ha pedido a su ministerio que elabora un plan al respecto.
La necesidad de superar el enfoque exclusivamente militar o de seguridad de la vigente estrategia contra el terror fue el principal reto de la escena internacional destacado por el ministro en el discurso con el que inauguró ayer la III Conferencia de Embajadores españoles.
Moratinos, que afirmó que "somos socios y aliados firmes de EE UU, a pesar de las discrepancias", y no escatimó solidaridad ni ofertas de cooperación con la Rusia de Vladimir Putin, pese a las críticas por el desenlace del secuestro de la escuela de Beslán, propuso "construir una alianza estratégica con los países del mundo árabe-musulmán, que se sienten tan amenazados como nosotros, o incluso más, por el terrorismo de Al Qaeda".
En estas ideas se basa la cooperación a nivel europeo que España ha anunciado con otro país alineado tras EE UU, como es Italia, a la que el ministro destacó, junto a Portugal, Polonia y el Reino Unido, entre los socios con los que Madrid quiere establecer una relación especial que, según Moratinos, no contradice el vínculo estrecho ya cerrado con Francia y Alemania. "España deberá esforzarse por construir complicidades con unos y otros socios [comunitarios] en función de los temas de que se trate", dijo el ministro.
Moratinos defendió, además, los intentos del Gobierno por promover una solución negociada del conflicto del Sáhara, ya que sin ella no se avanzará hacia una integración regional, que es condición indispensable para afrontar los problemas de inestabilidad y subdesarrollo que pesan sobre la región. "Lo que está haciendo el Gobierno es salir de la comodidad, de la política de esperar que otros nos resuelvan el problema", dijo.
Respecto a América Latina, el ministro anunció que España "quiere ayudar a Cuba a abrirse al mundo" y se va a "implicar" más en los problemas de Colombia y Venezuela. Al hacer un balance de sus primeros cuatro meses, resaltó que Latinoamérica ha acogido el cambio "con enorme interés"; que en el Magreb este Gobierno ha "empezado a crear una dinámica positiva" y que la posición de España en Europa es firme, frente a los que aseguraban que había perdido peso con la Constitución europea.
El ministro justificó esta afirmación por la presencia en la Conferencia de José Borrell, presidente del Parlamento Europeo; de Joaquín Almunia, comisario de Economía, y de Javier Solana, Alto Representante para la Política Exterior. Borrell habló sobre la política exterior europea desde la perspectiva del Parlamento, y le recordó por la tarde al presidente José Luis Rodríguez Zapatero que la Cámara que preside sigue actuando para que el referéndum de ratificación de la Constitución se celebre el mismo día en toda la Unión, aunque el propio presidente considera la batalla perdida.
Almunia explicó a los embajadores sus ideas sobre la flexibilización del Pacto de Estabilidad y respondió a sus inquietudes sobre las próximas perspectivas financieras, una negociación en la que, dijo Moratinos, el Gobierno busca "una transición gradual" que evite la caída brusca de las ayudas que percibe España.
El ministro "incitó" a los embajadores a incorporarse "críticamente" a la reforma del servicio exterior que promueve, y prometió incrementar, en aras de la paridad, el hoy reducido número de embajadores. "El presidente me exige que eso se haga con prontitud", comentó.
EE UU y Rusia
El ministro in péctore de Asuntos Exteriores de la UE, Javier Solana, dijo ayer a los embajadores españoles que la buena relación con EE UU, primera potencia del mundo, es obligada. Señaló que Europa invierte en Tejas más que EE UU en Japón, y que EE UU invierte en Holanda dos veces más que en México y diez veces más que en China. Lo mismo ocurre en el caso de Rusia, pues produce tanto petróleo como Arabia Saudí y, dentro de poco, como Arabia Saudí e Irán juntas. Solana consideró que, en ese contexto, Europa debe desarrollar un "multinacionalismo eficaz, en temas que van desde la conclusión de la Ronda de Doha, la reforma de la OSCE, la lucha contra el terrorismo "desde sus causas", la solución de la crisis de Oriente Próximo y la proliferación armamentista, especialmente en Irán.
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