El huracán Frances deja sin electricidad a cuatro millones de personas en Florida
El presidente Bush declara el Estado zona catastrófica a causa de los daños provocados
El huracán Frances seguía sin dar tregua ayer a Florida. El gigante de viento y lluvia avanzaba de este a oeste de la península destrozando las edificaciones más vulnerables, derribando árboles y redes de tendido eléctrico y, sobre todo, provocando inundaciones. El gobernador Jeb Bush pidió "paciencia" a la ciudadanía, especialmente a los 2.800.000 evacuados, mientras los equipos de rescate iniciaban la que será la mayor operación de salvamento de la historia de EE UU. Cuatro millones de personas, sobre una población de 17 millones, se quedaron sin corriente eléctrica.
El único consuelo para los millones de personas afectadas fue el anuncio de la "lluvia de dólares" que llegará después de la tormenta. El presidente George W. Bush ha declarado el Estado "zona catastrófica", lo que quiere decir que los damnificados pueden solicitar ayudas federales para reparar sus propiedades o restablecer sus negocios. Puede que para el presidente también sea una noticia positiva, en plena campaña electoral y en un Estado cuya victoria no tiene asegurada.
A primera vista los daños del huracán Frances no son de la magnitud de los causados hace tan sólo tres semanas por el ciclón Charley, pero la extensión geográfica es lo que le ha convertido en un poderoso destructor. Prácticamente todo el Estado de Florida ha sufrido el impacto, aunque en distinto grado. Las zonas costeras del este, desde el sur de Miami hasta Jacksonville, han sido las más afectadas. Frances tocó tierra en la madrugada de ayer en Stuart, cerca de Palm Beach, con vientos sostenidos de 170 kilómetros por hora en un radio de cerca de 500 kilómetros.
La subida de las aguas marítimas, que en algunas zonas llegó a ser de casi tres metros, provocó destrozos incalculables: barcos volcados, casas inundadas, calles convertidas en lagos... Las escenas se repetían también en el interior. La acumulación de agua representa el mayor peligro porque hay cables caídos que electrocutan a quien pisa un charco, como ha ocurrido en huracanes anteriores, aunque en éste no se conocen víctimas.
El agua puede también producir daños estructurales en las viviendas, imperceptibles a primera vista, que es una de las razones por las que las autoridades recomendaban insistentemente que la gente permaneciera a salvo en los refugios o en otros lugares seguros. Un cuarto de millón de personas acudió a los 234 refugios montados por el Gobierno y la Cruz Roja, el resto de los evacuados se albergó en casas de amigos y familiares o en hoteles.
El saldo de pérdidas humanas -si es que las hubiera- y materiales empezará a saberse con más precisión a partir de mañana, cuando Frances, ya de categoría uno en la escala Saffir Simpson, haya cruzado la parte central del Estado con rumbo a la zona del Panhandle, en el noroeste de Florida, y después hacia Alabama y quizá Georgia. La cifra que sí se conocía era la de residentes sin electricidad: cuatro millones de personas de una población de 17 millones. Ciudades como Vero Beach estaba completamente apagadas.
Los equipos técnicos de la empresa de electricidad, Florida Power & Light, empezaron a mediodía a restablecer la luz en las zonas donde la fuerza del viento era inferior a 55 kilómetros por hora. En los condados de Miami-Dade y Broward, más de medio millón de hogares habían recuperado anoche la electricidad. En estos dos condados ayer se empezó a restablecer una cierta normalidad, a pesar de que ramas y árboles tronchados cubrían las calles y algunas áreas estaban inundadas. No obstante el aeropuerto de Miami abrió, no así el puerto, que es el mayor de cruceros del mundo, y dejó varados a miles de turistas. A las pérdidas económicas del Frances, cifradas ya en miles de millones de dólares, se sumarán las ocasionadas por la reducción del turismo.
Y llueve, literalmente, sobre mojado. Primero fue el huracán Charley en agosto con unas pérdidas de unos 20.000 millones de dólares; ahora Frances, que de acuerdo a los cálculos preliminares será el mayor desastre natural en pérdidas de la historia de EE UU; y en rumbo directo hacia Florida se ha formado el huracán Iván. Se pronostica que llegue el próximo fin de semana.
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