El misterio de los neoliberales

He leído con auténtico placer el artículo de Juan Cueto del pasado 29 de agosto. ¡Ya era hora de que alguien nos recordara que esos llamados liberales de ahora que nos quieren adoctrinar en no sé qué suerte de credos nada tienen que ver con nuestra gran tradición liberal! Tiene razón cuando afirma que más que una "doctrina" el ser liberal era para ellos "una forma de vida" y que poseían un gran sentido del humor, aun dentro del máximo rigor intelectual de sus reflexiones. Sólo me gustaría añadir un par de juicios.

En primer lugar, nuestros viejos liberales históricos solían ser personas muy poco dogmáticas, porque además de una forma de vida el liberalismo no era para ellos una doctrina con la que quisieran convencer a nadie de nada, sino un "método" con el que buscaban analizar y estudiar toda idea o realidad sin prejuicios (léase la espléndida semblanza necrológica que hizo Unamuno sobre Cossío). En segundo lugar, tenían un exquisito y profundo respeto por las convicciones e ideales de los demás, algo que falta a estos supuestos liberales o neoliberales de ahora.