Font de Mora prima el carácter social y público en la gestión de la educación

El flamante titular de Educación y Cultura, Alejandro Font de Mora, abrió ayer el nuevo curso político emprendido la semana pasada por el Gobierno valenciano -tras la "profunda remodelación" anunciada el jueves por el presidente, Francisco Camps- con una intensa ronda de "diálogo" con todos los sindicatos de la enseñanza (que han sido los más beligerantes con la política "privatizadora" de los últimos 9 años de gestión popular), con un discurso que busca imprimir un marcado acento social y de servicio público a esta nueva etapa, en la que el PP nacional ha pasado a los bancos de la oposición. "Ésta no es una consejería donde se puedan tener protagonismos personales", puntualizó Font de Mora, advirtiendo con ironía que no será "el consejero de las sonrisas" -expresión con la que la oposición ha resumido la gestión de su predecesor, Esteban González Pons-.

"Ésta es una consejería que tiene mucho que ver con las cosas que afectan directamente a los ciudadanos. No se trata, por tanto, de laboratorios políticos, sino de aulas, de personas, de padres, de niños y adolescentes, y de profesores", remató Font de Mora al término de su primera cita con el sindicato mayoritario de la enseñanza no universitaria, STEPV.

La concreción de quien fuera el consejero de Presidencia y portavoz durante el primer año de andadura del gabinete de Camps se extendió ayer a todos los niveles y temas que se abordaron en las sucesivas reuniones que mantuvo con todas las fuerzas sindicales -CC OO, ANPE, UGT, CSIF, USO, incluida la asociación de funcionarios interinos Afid-. El mensaje fue el mismo. Rodeado de todo el equipo técnico de Educación -el mismo que prácticamente ha conducido la consejería desde el inicio de la gestión popular en 1996, con la excepción del secretario autonómico Máximo Caturla, que se incorporó hace un año tras haber ocupado áreas de gestión económica-, Font de Mora reiteró el compromiso del Gobierno de Camps por alcanzar "un pacto por la educación, que permita potenciar el sistema educativo valenciano de manera global, pero que dé prioridad a las inversiones e infraestructuras públicas". Un discurso que los sindicatos, de entrada, pusieron en cuarentena.