70.000 mujeres mueren cada año en el mundo por abortar sin atención médica
Cada año se realizan en el mundo 20 millones de interrupciones del embarazo en malas condiciones, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). El resultado es la muerte de más de 70.000 mujeres (Ispas, una ONG dedicada a facilitar el aborto seguro, eleva la cifra a 78.000). Estas defunciones suponen el 13% de las 530.000 relacionadas con el embarazo y el parto.
"Esto ocurre porque aproximadamente un tercio de todos los embarazos son no deseados", indica el documento de trabajo de la conferencia que se celebra en Londres dedicada a evaluar los progresos desde la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo de El Cairo en 1994.
"Todavía queda mucho por mejorar" en la atención sanitaria de la mujer, ha dicho Thoraya Obaid, directora del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), durante la reunión. "En 2004 es un crimen que una mujer muera" por prácticas ginecológicas mal realizadas, insistió.
Un aborto realizado en buenas condiciones médicas es seguro, indica Ispas. En cambio si se realiza "por una persona que carece de la formación necesaria o en un entorno que carece de los estándares médicos mínimos" se convierte en un peligro, mantiene la OMS.
La ilegalidad no es la única causa por la que muchas mujeres interrumpen su embarazo en malas condiciones. Por ejemplo casi la cuarta parte de los abortos de riesgo se realizan en la India, un país donde esta práctica médica está legalizada desde hace 30 años, apunta la ONG Ispas. La mayor parte (el 50%) ocurre en África, donde sólo el 13% de las mujeres casadas utiliza anticonceptivos, apunta la ONU.
Barreras sociales
Otros motivos para el elevado número de muertes son las barreras administrativas y sociales; la falta de personal y tecnología adecuada preparados y la ignorancia sobre métodos de planificación familiar. También ha influido la política del presidente de Estados Unidos, George Bush, de impedir las subvenciones a ONG que incluyan el aborto.
Aunque el problema es especialmente grave en los países pobres, ninguno se salva. Por ejemplo en España hay comunidades donde no existen centros públicos de interrupción del embarazo. En EE UU falta personal cualificado en las áreas rurales, de acuerdo con el documento de debate de la reunión (www.countdown2015.org).
Además, falta dinero. Obaid pidió más ayuda internacional para suplir estas carencias y conseguir cumplir los objetivos de El Cairo. "La participación de los donantes en la financiación de anticonceptivos y condones para prevenir la transmisión del VIH se ha reducido un tercio desde la Conferencia de 1994, mientras que las necesidades para esos productos aumentarán un 40% para 2015", señaló.
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