El Consejo de Seguridad condena el asalto a la escuela

España asumió ayer la presidencia mensual rotatoria del Consejo de Seguridad con una reunión de urgencia para abordar la escalada de la amenaza terrorista en Rusia. El Consejo de Seguridad condenó firmemente la toma de rehenes en Osetia del Norte y exigió su liberación inmediata.

La convocatoria se produjo durante las consultas bilaterales que la presidencia llevaba a cabo con los países miembros del Consejo de Seguridad. La primera de ellas fue con el embajador ruso, Andréi Denisov, quien solicitó una reunión urgente.

El programa de trabajo de la presidencia española para este mes tendrá como eje central la solución de los conflictos en el continente africano, si no surgen otras situaciones de emergencia que obliguen a modificar de nuevo el plan original. Y todo coincidirá con la celebración de la Asamblea General durante la tercera semana de septiembre.

El plato fuerte en el arranque de los trabajos del Consejo de Seguridad es la crisis humanitaria en Sudán. El enviado especial de Naciones Unidas a la región, Jan Pronk, informará esta mañana a los 15 miembros de este órgano sobre los pasos dados por el Gobierno de Jartum para frenar las atrocidades en Darfur y proteger a la población de raza negra de las acciones de la milicia árabe Janjawid. La ONU dejó abierta la vía de la sanción económica y diplomática contra Sudán si no cumplía con los compromisos adquiridos en este sentido.

El otro foco de atención estará centrado en la evolución del conflicto étnico en la República Democrática del Congo y que amenaza con extenderse a países vecinos (Burundi, Ruanda y Uganda). En paralelo, se seguirá la evolución del conflicto entre Israel y Palestina, con la idea de convocar una reunión del Cuarteto (EE UU, UE, Rusia y la ONU), el próximo 20 de septiembre en Nueva York.