Telemadre sí hay más que una

Telemadre es la confirmación de que una buena idea puede convertirse en una respuesta a problemas reales de gente muy diversa. Por una parte, cada vez más gente tiende a comer fuera de casa, lo que para muchos significa comer peor, bocadillos, comidas rápidas, menús baratos de mediodía..., todo muy alejado de una comida casera, sana y económica. Por otra parte, una legión de madres que han cocinado durante toda su vida ven cómo sus hijos, ya mayores, no necesitan de sus servicios culinarios y que esta parte de su sabiduría va cayendo en el olvido.

La idea de unir estos dos mundos surgió del colectivo Mmmm..., formado por Alberto, Emilio, Ciro y Eva, un grupo de jóvenes madrileños dedicados a practicar diversas formas de agitación cultural. El origen fue la búsqueda de una solución a un problema privado: ¿cómo pueden comer bien cuatro jóvenes que trabajan? Resulta complicado si además no les gusta, o no saben, cocinar. Además, como todo el mundo conoce, los mejores macarrones son los de la madre de cada uno. Por eso decidieron juntar el hambre con las ganas de cocinar.

La Telemadre pionera fue Nati, madre de Alberto y Emilio. Le propusieron enviarles comida cocinada un par de veces a la semana por taxi y pagarle por ello. La cosa funcionó y decidieron crear una página web, telemadre.com, para difundir el modelo. Para Eva Salmerón, una de las inventoras, lo mejor de su Telemadre es que "conoce dónde comprar la mejor verdura, dependiendo de la época del año, sabe cuál es el mejor puesto de carne o pescado; y todas estas cosas requieren experiencia y tiempo".

El elemento básico en la web de Telemadre es el foro, en él se anuncian tanto las telemadres como los telehijos explicando lo que busca y ofrece cada uno de ellos. Después se inicia un contacto, por correo electrónico o teléfono, donde se concreta el servicio y se ajustan los detalles directamente entre las dos partes.

En el foro dominan claramente las ofertas de telemadres sobre las de telehijos, pero los participantes esperan que ahora en septiembre reaparezcan los que se han ido de vacaciones y se incorporen nuevos comensales. Las ofertas son de lo más variado y cubren prácticamente toda España.

En la página de Telemadre se proponen algunos modelos que pueden servir de pauta, comida para dos personas los fines de semana, para oficinas en grupos de varias personas entre semana, para toda la semana en dos envíos combinando comida caliente y comida preparada para guardar en la nevera o en el congelador. Pero la solución más adecuada para cada caso se debe acordar directamente con la telemadre que se ha escogido.

Contra la soledad

Los telehijos corresponden a perfiles variados, compañeros de piso, ejecutivos, estudiantes, compañeros de trabajo, jubilados que ya no pueden ir a comprar, parejas jóvenes con hijos y muchos otros. En cambio las telemadres son, mayoritariamente, amas de casa mayores. Para muchas de ellas resulta muy reconfortante tener una ocupación en la que volcarse, incluso emocionalmente. Hacen el mismo trabajo que siempre, pero cobrando. Para otras lo principal es sentirse útiles y, de alguna manera, acompañadas, como dice la telemadre pionera, Nati García: "Ser telemadre es una terapia contra la soledad". Además está el aspecto económico, que en muchos casos completa una magra pensión. Una telemadre puede ganar de 300 a 400 euros al mes si cocina para cuatro personas cinco días a la semana. Una comida completa, primer plato, segundo y postre, suele oscilar entre los 6 euros de coste para el telehijo.

Un caso atípico es el de Juan Carlos Acebo, que ejerce desde hace dos años de telepadre en el País Vasco. "Lo compagino con mi trabajo habitual", comenta. "Me vienen fenomenal algunos ingresos extras y para mí cocinar no representa una obligación porque me gusta mucho". Ahora Acebo está atareadísimo preparando una comida para 60 personas que tiene comprometida para este mes.