Florida prueba el sistema electrónico de votación

Miami

Los ciudadanos de Florida acudieron ayer a las urnas con los dedos cruzados, confiando en que no hubiera otro problema con el sistema electrónico de votación. Después del fiasco de las papeletas mariposa en la elección de 2000 que George W. Bush ganó en este Estado por sólo 537 votos, hace dos años el nuevo sistema electrónico tuvo varios fallos.

A las dudas sobre la fiabilidad de las máquinas se añade el que no emiten un recibo, que en caso de disputas sobre los resultados sería la única forma de verificar el escrutinio. En otros Estados, como Nevada, las urnas electrónicas facilitan un resguardo, pero en Florida las autoridades dicen que no hay tiempo de modificar las máquinas.

La tecnología es parecida a la de un cajero automático en la que el elector va seleccionando opciones en una pantalla y, en teoría, todo queda registrado. Al final de la jornada, cada terminal emite un cómputo total, pero no refleja si el sistema ha funcionado mal. Las máquinas son, además, vulnerables a los apagones.

Varias de esas nefastas circunstancias ocurrieron en las elecciones para gobernador del Estado en 2002. En el condado de Miami-Dade se perdieron un 8% de los votos y los registros de otros 11 condados resultaron alterados a causa de la escasa potencia de las baterías.

Por si fuera poca la controversia, un juez acaba de anular una normativa que impedía los recuentos. La medida había sido adoptada por la secretaria de Estado, Glenda Hood, que está sopesando si va a recurrir la orden judicial, lo cual la dejaría en suspenso. Ayer, 15 condados de los 67 de Florida votaban en urnas electrónicas para elegir alcaldes, legisladores y jueces estatales, y primarias demócratas y republicanas para el Senado.