La policía rusa confirma que dos atentados simultáneos causaron los accidentes aéreos

Tanto el avión que volaba a Sochi como el que iba a Volgogrado fueron víctimas de sendos atentados terroristas. Los expertos de los servicios de seguridad encontraron ayer huellas de hexógeno o ciclonita también en este último avión. El viernes pasado habían hallado ya rastros de ese explosivo en el Túpolev-154 que volaba con destino a Sochi, un balneario del mar Negro. Se sospecha que las bombas fueron montadas en los lavabos del aeropuerto moscovita de Domodedovo y detonadas por dos suicidas chechenas, Dzhebirjánova y Nagáyeva, respectivamente.

Los técnicos de servicios secretos encontraron rastros de ciclonita en los restos del Túpolev-134 que iba a Volgogrado y se estrelló el martes por la noche en la provincia de Tula, al sur de Moscú, cuando estaban revisando lo que quedaba del avión antes de enviar todas las piezas recogidas a la capital rusa para realizar un análisis más detallado. Este descubrimiento viene a confirmar que las dos tragedias aéreas, que se cobraron un total de 90 vidas, ocurrieron debido a que a bordo de los aviones estallaron sendas bombas. El Servicio Federal de Seguridad sospecha que en las aeronaves viajaban terroristas chechenas, que fueron las que hicieron explotar los mortíferos artefactos.

En el vuelo a Sochi la candidata a suicida separatista es una misteriosa mujer que, a última hora, cambió su pasaje para volar el miércoles por la mañana por el vuelo del martes por la noche y que figura con el apellido de Dzhebirjánova. Sin embargo, los órganos de seguridad rusos todavía no han podido averiguar quién era realmente esa pasajera, ya que la compañía aérea Sibir, a la que pertenecía el Tu-154, no anotó su nombre y patronímico ni sus datos del documento nacional de identidad.

A partir de ahora, todas las compañías aéreas rusas deben registrar también en los vuelos nacionales los nombres completos de los pasajeros y sus datos que figuran en el DNI. Los cuerpos de 45 de las 46 personas que iban en ese avión ya han sido identificados. El que falta pertenece a una mujer y se cree que es precisamente el de Dzhebirjánova, la presunta chechena terrorista que habría hecho explotar la bomba que destruyó al Tu-154 a más de 10.000 metros de altura. Según algunas fuentes, Dzhebirjánova residía en el distrito de Shelkovski, al noreste de Grozni.

La otra candidata a kamikaze es Aminat Nagáyeva, chechena de 27 años que vivía en Grozni y que compró su pasaje sólo una hora antes de que el Tu-134 despegara con destino a Volgogrado. Esta chechena no figuraba en la lista de pasajeros que la compañía Volga Aviaexpress había hecho pública, por lo que no había sido contabilizada. Se cree que los restos de una mujer no identificada pertenecen a Nagáyeva, a quien nadie esperaba a orillas del Volga. Tanto de la presunta Dzhebirjánova como de Nagáyeva sólo han quedado fragmentos que han sido encontrados a gran distancia unos de otros, lo que avala la hipótesis de que se trataba de dos terrristas suicidas. Además, los restos de ambas mujeres son los únicos que no han sido reclamados por sus familiares.

De Nagáyeva se sabe que nació en el pueblo de Kírov-yurt, distrito montañoso de Vedenó y que después se mudó a Grozni, donde reside uno de sus hermanos. Era soltera, llevaba una vida tranquila y se ganaba la vida trabajando de vendedora en uno de los mercadillos de Grozni. Agentes de los servicios secretos han sido enviados a la capital chechena y a Kírov-yurt, donde todavía vive la madre para tratar de averiguar los posibles contactos de Nagáyeva con la guerrilla separatista. Por el momento, dos circunstancias despiertan sospechas: los viajes de Nagáyeva a Majachkalá, la capital de Daguestán para comprar los productos que después revendía. Normalmente, los chechenos van a Jasavyurt, ciudad daguestana que queda mucho más cerca, casi en la frontera entre ambas repúblicas, ya que no tienen dinero para viajar más lejos. Segundo, su DNI fue expedido en la provincia de Rostov. Sin embargo, esto último no tiene nada de extraño si se toma en cuenta que en esa provincia viven más de 1.500 refugiados de Chechenia.

En principio, Nagáyeva, que tiene cuatro hermanas, pudo haber sido reclutada por los extremistas wahabíes, ya que en 1995 en Kírov-yurt el fenecido comandante árabe Jatab creó una base en la que preparaba a los guerrilleros.