El favorito del Kremlin gana las elecciones en Chechenia
Un hombre se ha inmolado cerca de un colegio electoral en el único incidente importante de la jornada
Alú Aljánov, el favorito del Kremlin y hasta ahora ministro de Interior de Chechenia, ha ganado hoy las elecciones presidenciales en esta república del Cáucaso, según los primeros resultados parciales. La república ex soviética ha celebrado hoy comicios para elegir al que debe encabezar el Gobierno prorruso, que no es reconocido por los rebeldes chechenios, enfrentados desde hace años a Moscú.
"De acuerdo a los datos recibidos por el Gobierno de la República Chechena, el candidato Alú Aljánov ya superó el 50% de votos", necesario para ganar las elecciones en una primera vuelta, según ha anunciado el actual presidente en funciones, Serguéi Abrámov. Por la mañana ya se había logrado el 30% de participación necesario para validar los resultados.
En una jornada tranquila, marcada por los atentados contra dos aviones rusos que el martes acabaron con la vida de 89 personas, sólo se ha registrado un incidente importante. Un hombre ha hecho explotar una bomba que trataba de introducir en un colegio electoral de Grozni, la capital chechena, sin causar más víctimas que él mismo.
El favorito de todos
En estas elecciones extraordinarias, los casi 600.000 chechenos con derecho a voto, incluidos 25.000 uniformados rusos, eligen al nuevo presidente de la República, en sustitución de Ajmad Kadirov, asesinado por la guerrilla separatista en mayo pasado. Pese a las amenazas de la guerrilla, que prometió matar al futuro presidente igual que hizo con Kadirov, a estos comicios se han presentado siete aspirantes.
El favorito indudable era el hasta ahora ministro del Interior, Alú Aljánov, escogido como nuevo líder chechenio tanto por el Kremlin, como por el clan Kadirov, encabezado por el verdadero hombre fuerte de la república, el hijo del presidente asesinado. Para allanar el camino a Aljánov, la Comisión Electoral Chechena descalificó a su único rival de verdad, Malik Sayduláyev, dirigente de la diáspora chechena en Moscú muy popular en su patria, y dejó en la carretera a seis funcionarios poco conocidos, que apenas le pueden hacer sombra al favorito.
Desde hace diez días, los más de 60.000 militares y efectivos del Interior rusos emplazados en Chechenia fueron puestos en alerta y redoblaron las medidas de seguridad para evitar que la guerrilla ensombrezca esta cita con las urnas. En la mente de todos están los atentados contra dos aviones el pasado martes en los que fallecieron más de 80 personas; los últimos ataques guerrilleros en la vecina Ingushetia, el 21 de junio, y en Grozni, el 21 de agosto, con casi un centenar de muertos cada unos; el asesinato de Kadirov el 9 de mayo y el atentado del que el 13 de julio se salvó por milagro el presidente interino de Chechenia, Serguéi Abramov.
