Los trabajadores afectados por expedientes de extinción de empleo descienden el 24% hasta julio

Durante la primera mitad de 2004, decenas de expedientes de extinción y suspensión temporal de contratos se han amontonado en las oficinas de Trabajo e Industria. Sin embargo, y pese al impacto de algunas deslocalizaciones, la crisis azotó más a Cataluña hace un año. El número de expedientes de regulación de empleo (ERE) presentados entre enero y julio de este año disminuyó el 6% en relación con el mismo periodo de 2003, según la Generalitat. Y lo que es más importante: el número de trabajadores afectados se redujo drásticamente, el 23,8%. Casi 1.800 despidos menos este año que el anterior.

La crisis de Samsung, a principios de año, sacudió a la industria catalana con el despido de 430 trabajadores. La quiebra de Ignacio Carner, el buque insignia del género de punto en Igualada, ha amargado las vacaciones a más de 250 obreros. Los inminentes cierres de Panasonic y Levi's dejarán sin trabajo en Girona a medio millar de personas en Navidad. Etcétera.

En los siete primeros meses de 2004, Industria y Trabajo recibió 321 expedientes, 19 menos que en el mismo periodo del año anterior, que a la postre -no todos salieron adelante- se tradujeron en el despido de 5.729 trabajadores, frente a los 7.515 de los siete primeros meses de 2003.

"Si bien ha habido empresas importantes, con nombre y apellidos, que se han ido o han cerrado haciendo mucho ruido, éstas no han sido tantas como desde algunos ámbitos se ha querido significar de forma interesada [en referencia a las críticas del PP y de CiU al Gobierno]", asegura la directora general de Relaciones Laborales del Gobierno catalán, Mar Serna.

En 2003, por ejemplo, Puigneró culminó su agonía con más de 750 despidos Y la multinacional francesa de componentes Valeo echó el cierre a dos plantas del Baix Llobregat que daban empleo a 660 personas.

En opinión del secretario de Acción Sindical de Comisiones Obreras de Cataluña, Simón Rosado, la evolución a la baja de los expedientes aún cobra mayor importancia si se tiene en cuenta que en 2004 "se arrastra lo que el ejercicio anterior se dejó a medias". Empresas que en 2003 pusieron un parche a sus respectivas crisis con la suspensión temporal de contratos, han terminado por rescindirlos este año, explica Rosado. Alrededor de un tercio de los expedientes que se presentan son de suspensión, de acuerdo con cálculos de CC OO.

Acuerdos entre las partes

Este año ha habido más expedientes firmados con acuerdo entre las partes que el anterior, y también la Administración ha denegado más peticiones. Las cifras de Trabajo e Industria muestran que entre enero y julio hubo acuerdo en el 90% de los expedientes aprobados por la Generalitat, frente al 84% del mismo periodo en el año anterior. La denegación de más expedientes demuestra, a juicio de Serna, la "nueva política" del Gobierno catalán de aprobar "sólo aquellos casos en los que concurren causas objetivas".

Los expedientes desistidos (retirados por las propias empresas) también se han reducido. Afectaban a más de 2.800 trabajadores. Pese a ello, tanto la directora general de Relaciones Laborales como la secretaria de Política Institucional de la UGT de Cataluña, Eva Moreno, denuncian la utilización de los ERE por parte de determinadas empresas como "arma arrojadiza" en la negociaciación colectiva (como los casos de Seat y Nissan), lo cual obliga a los trabajadores a un "mayor esfuerzo por mantener su puesto de trabajo", señala Moreno.

La dirigente sindical recuerda que el aumento salarial pactado en el primer semestre de 2004 fue del 2,95%, un punto menos que la inflación, que en Cataluña se elevó en junio al 3,9%.

Pese a los anunciados nubarrones sobre el sector textil, Rosado tiene puestas las esperanzas en el vuelco de la inversión industrial, que tras sendas caídas en 2001 y 2002 (-0,9% y -2%, respectivamente), el año pasado ya aumentó el 0,8% y la previsión para este año augura una subida del 4%.