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La mayor asociación de marroquíes propone un control estricto de mezquitas e imanes

ATIME entrega al ministro de Justicia un informe de propuestas para atajar el "descontrol"

Elsa Granda

Los responsables de la Asociación de Trabajadores Inmigrantes Marroquíes en España (ATIME) salieron ayer del Ministerio de Justicia, tras su reunión con Juan Fernando López Aguilar, satisfechos pero sin una respuesta concreta o plazos definidos para su propuesta de creación de un consejo de musulmanes que regule la práctica religiosa del islam. La mayor asociación de marroquíes pretende, a través de este órgano, "normalizar" la práctica de la religión musulmana y poner coto "al descontrol" de los discursos en los lugares de culto. Para ello, exigen un registro estricto de mezquitas y de imanes.

Tras más de hora y media de reunión, Mustafá El Mirabet, presidente de ATIME, se llevaba ayer "un claro compromiso" del ministro López Aguilar "de estudiar la creación a lo largo de esta legislatura de un consejo de musulmanes". Una iniciativa que surgió tras los atentados del 11-M, cuando se caldeó el debate sobre los discursos que se podrían estar lanzando en algunas mezquitas. En abril, la asociación anunció que había comenzado a elaborar una batería de medidas "para acabar con situaciones en las que los extremistas utilizan los lugares de culto para incitar a la violencia". Ahora, ATIME espera una respuesta positiva del Gobierno para "una mayor y mejor regulación de la práctica de la religión musulmana, con mecanismos definidos y consensuados" para que no haya "ningún tipo de descontrol ante elementos minoritarios culpables de manipulaciones perversas".

A juicio de El Mirabet "el campo religioso musulmán" no ha sido adecuadamente organizado "ni siquiera desde el punto de vista estrictamente administrativo: los registros son facultativos, múltiples, incompletos, confusos y permisivos". ATIME considera que las consecuencias han sido "la afloración de mezquitas-garaje, nula transparencia en la financiación de las actividades religiosas, la improvisación y autoproclamación de líderes espirituales y el nacimiento de nichos descontrolados donde pueden predicarse ideas extremistas, violentas, sexistas o antidemocráticas".

El borrador de la propuesta, al que ha tenido acceso este diario, indica que "muchos de los imanes que hoy predican en las más de 270 mezquitas u oratorios han sido designados y financiados por organizaciones dudosas o por Estados que integran el campo religioso en su legitimación política". El documento destaca que "es peligroso ver cómo cualquiera puede adoctrinar a los musulmanes o educar a sus hijos en horas extra, sin control ni programas homologados".

600.000 musulmanes

Expuestas sus preocupaciones, la asociación quiere que se establezcan medidas para acabar con estas situaciones. En España viven unos 600.000 musulmanes, de los cuales el 90% son marroquíes. Entre las atribuciones que ATIME quiere que tenga el futuro consejo, están aconsejar sobre la creación de mezquitas, el diseño y contenidos de programas de enseñanza del islam en las escuelas, y la confirmación de los imanes propuestos por los fieles. Tanto los imanes como los lugares de culto deberían estar inscritos en un registro nacional, indica El Mirabet. Para alcanzar estos objetivos, ATIME pide la participación de todas las Administraciones y de las asociaciones musulmanas. En la propuesta se explica que cada comunidad de fieles elegiría a sus representantes, que "al final formarán" el consejo de musulmanes en cada comunidad autónoma. Éstos elegirían un número de miembros para el consejo nacional y propondrían una terna de candidatos al ministro de Justicia, quien nombraría al presidente del consejo. Ese órgano sería el interlocutor oficial del Estado en los asuntos relacionados con la comunidad musulmana. ATIME también propone que se establezca un porcentaje obligatorio de representación de la mujer en todos los consejos.

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La iniciativa ha sido acogida con "sorpresa" por las dos asociaciones que componen la Comisión Islámica de España -interlocutor actual de la comunidad musulmana con el Gobierno-, la Federación de Entidades Religiosas Islámicas (FEERI) y la Unión de Comunidades Islámicas de España (UCIDE). Sus máximos responsables, Riay Tatary y Mansur Escudero, coincidieron en que "todo lo propuesto existe ya" e indicaron que "lo que hace falta es potenciarlo, a través del cumplimiento de los acuerdos de cooperación".

El presidente de ATIME, Mustafá el Mirabet, y otros miembros de la asociación, antes de la reunión.
El presidente de ATIME, Mustafá el Mirabet, y otros miembros de la asociación, antes de la reunión.B. PÉREZ

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