Política social

Escribo esta carta para aclarar al señor Enríquez Amador, de Sevilla, algunos datos que sin duda desconoce, en relación con su carta titulada "Chabolas" (EL PAÍS 30-07-04), sobre cómo se ha llevado a cabo el desmantelamiento chabolista de Los Bermejales.

Comparto la indignación del señor Enríquez sobre la forma como se ha llevado a cabo dicho desmantelamiento, pero, desgraciadamente, es la misma que se utilizó en Perdigones. Allí habrá suelo público y se perdió la oportunidad de construirles viviendas adecuadas en el mismo lugar, para lo cual Arquitectura y Compromiso Social hizo un concurso de proyectos; los chabolistas estaban bastante integrados en la zona, los niños escolarizados, pero llegó la empresa constructora Prasa, les dio cinco millones a cada familia y metieron las excavadoras. Algunas familias se fueron a un pueblo y la mayoría acabaron en las Tres Mil Viviendas, y no se les ha hecho ningún seguimiento.

El Vacie, si algún día se desmantela, será por el mismo procedimiento, pues no hay un interés social en hacer las cosas de otra manera, con un plan integral de actuación, como el presentado por Derechos Humanos, que abarca educación, trabajo, salud, asistencia social y, por supuesto, un seguimiento de cada familia.

No existe una verdadera política social en las autoridades y, Sevilla, que se proclama tan solidaria, se muestra intolerante a cualquier intento de acercamiento de la población chabolista.