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Vuelven las colas con la oferta de regularización

La imagen que presentaba ayer la Oficina de Extranjeros de Valencia distaba mucho de la que ofrece usualmente a estas alturas de agosto. En respuesta a la intención del Gobierno de regularizar a los inmigrantes que puedan acreditar una actividad laboral, las dependencias de Extranjería volvieron a registrar colas de trabajadores que aguardaban su turno para informarse de los requisitos que deben cumplir para regularizar su situación. A falta de detalles oficiales sobre el anuncio, la respuesta apenas aportaba detalles: "De momento no hay nada", señalaban a este diario fuentes de la Delegación del Gobierno en Valencia, "hasta que el reglamento esté aprobado y se comience a aplicar todo sigue igual"."El Gobierno debe consultar a las organizaciones de inmigrantes para definir el proceso de regularización de forma conjunta", apuntaba ayer Carlos Taboada, coordinador del Foro Alternativo de la Inmigración, que agrupa a buena parte de las entidades de extranjeros. Taboada, que a mediodía de ayer se encontraba en la cola de la Oficina de Extranjeros de Valencia para recoger unos formularios, también pedía claridad al Gobierno. "Aquí [en referencia a la oficina], a los que piden información les dan un modelo de oferta de empleo, pero el Gobierno ha dicho que regularizará a los inmigrantes con contrato en vigor", comentaba, "y no es lo mismo una cosa que otra".

Junto a Taboada, decenas de inmigrantes aguardaban su turno en busca de información. Entre ellos estaba Silvio, ecuatoriano de 35 años que reside en Benimaclet, lleva en Valencia desde finales de 2001 y aún no ha podido regularizar su situación. "He venido a ver qué papeles piden", comentaba ayer a las puertas de la oficina: "tengo hasta tres empleadores que me han ofrecido un contrato: en una empresa de muebles, la familia de un anciano que está a mi cargo y un bar". Silvio acudió junto a dos amigos que coincidían con él en saludar la intención del Gobierno. "Tenemos trabajo, y lo que queremos es que nos abran las puertas y podamos cotizar a la Seguridad Social como el resto de trabajadores". A Silvio le secundaba Luis: "somos parte de la sociedad y estamos arrimando el hombro, deberían darnos papeles", señalaba.

Algo más retrasado estaba Wilson, también ecuatoriano. Como los anteriores, buscaba información y esperaba pacientemente que fuera avanzando la cola mientras soportaba el sol. "Hemos logrado la nacionalidad de mi hija de 14 meses, pero ni mi mujer ni yo tenemos papeles", apuntaba. Lleva ya dos años y medio en Valencia y hasta conseguir los permisos de trabajo y residencia trabaja en el Mercado de Abastos de Valencia de forma irregular: "Hago un poco de todo, como manipulador de alimentos, cargando género...".

Inmigrantes frente a la Oficina de Extranjeros de Valencia, ayer.
Inmigrantes frente a la Oficina de Extranjeros de Valencia, ayer.JOSÉ JORDÁN

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