Perfección
- Perfección: Algo odioso de conseguir y que creo que no se tiene que buscar en un trabajo. Uno puede ser responsable y muy profesional, para que todo salga lo mejor posible, lo que más se acerca a nuestra idea, pero querer buscar la perfección no lleva a ninguna parte porque no hay una perfección, sino muchas. Más que buscar a la perfección, si acaso hay que dejar que ella te encuentre.
- Personaje: Persona relevante en un ámbito concreto. En gastronomía podría ser, por ejemplo, Curnonsky, pseudónimo con el que se conoce a Maurice Edmon Sailland. Fue seguramente el escritor y periodista con más influencia del siglo pasado (con permiso de Christian Millau y Henry Gault). En 1927 fue elegido Príncipe de los Gastrónomos, a través de un plebiscito celebrado por un periódico. Fue uno de los padres de la crítica y prensa gastronómicas.
- Perro: Animal de compañía que se caracteriza por ser muy amigo del hombre. En Corea, sin embargo, no piensan así. ¡Los muy bestias se lo comen! ¿Bestias? Un momento: para nosotros es sorprendente, pero también es cierto que una ovejita, un ternero o un conejo no son muy diferentes. Somos unos bestias, la verdad, y cuando me pongo en este plan, entiendo a los vegetarianos. ¿Y qué decir de una linda sardina o de una bella dorada? Nada, que es mejor no seguir.
- Pimiento: Único producto por el que tengo aversión (increíblemente me vuelven locos los de Padrón) y con el que no cocino nada, ya que difícilmente puedo dar algo con lo que yo no disfrute. Ahí va una lógica reflexión: difícilmente puedas cocinar algo que no te gusta comer.
- Pinocho: Uno de los personajes míticos de la literatura infantil, del cual no les voy a hablar hoy, ya que de lo que quiero hablar es de un lugar mágico que hay en la entrada de la Boquería, el mercado de las Ramblas de Barcelona. Juanito, el alma mater del lugar, es una de las personas imprescindibles de Barcelona. Un desayuno a las siete de la mañana con callos, chanquete frito o fricandó tendría que ser algo obligatorio para alguien que quiera conocer Barcelona. ¡Ah! Si no quieren ir a las siete, esta abierto hasta las cuatro de la tarde, más o menos.
- Pintada: A) Escrito en la pared para expresar una protesta. B) Ave que, asada, es fantástica, pero que si nos la traen demasiado seca hay como para hacer una pintada de protesta.
- Pingüino: Ave patosa nada frecuente en gastronomía, pero que puede resultar ideal para completar un artículo cuando te faltan unas pocas líneas. Por cierto, ¿alguien ha probado un pingüino a la brasa?
- Piñón: Semilla o "piñón" de la piña, o estróbico de la piña. De manera silenciosa y sigilosa se coloca en el mundo de los frutos secos, sin ser un fruto seco, en otra de las maravillosas transacciones naturaleza / comercio. Una idea para una salsa fría: ponga piñones a freír en aceite de girasol y, cuando estén doraditos, sin quemarse, déjelos entibiar y tritúrelos con un turmix. Sazone después con sal y habrá obtenido una vinagreta (sin vinagre) para ensalada. Bueno, bien pensado puede añadir un poco de limón, que no irá nada mal.
- Piñón tierno: Lo mismo que antes, pero cuando está tierno. Si es capaz de pelar los piñones de uno a uno, conseguirá uno de los manjares más maravillosos que conozco, el caviar blanco.
- Pistachulín: Un pistacho que es chulín, ¡Caramba con los nombres! Pero, bueno, al final uno bautiza como quiere. El pistachulín es un fruto seco envuelto en crocante muy fino, o turrón en idioma casero, de modo que se obtiene una forma aireada y atractiva. En fin, que queda bonito. La primera vez que se hizo fue con un pistacho y de ahí viene el nombre.
Con la colaboración de Xavier Moret
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