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Ciencia recreativa
Columna
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Yo, la coalición

Javier Sampedro

La mejor manera de imaginar la mente es como un millón de procesadores especializados trabajando en paralelo. Una región del córtex procesa los objetos en rotación y otras analizan secuencias de símbolos o codifican el concepto "verbo transitivo". Por eso las lesiones cerebrales localizadas tienen unos efectos tan asombrosos. El subjuntivo no es más que un trozo de cerebro. El carácter sociable es otro trozo. Pero, ¿qué es la consciencia? Dicho de otra forma: ¿quién soy yo entre todo ese ejército de zombis?

Cada procesador especializado se rige por reglas locales, como el aparcamiento en un barrio. Por ejemplo, una neurona puede recibir señales de otras mil, pero cuando dos de esas señales tienden a coincidir, la neurona lo detecta y modifica sus inputs para facilitarles aún más la coincidencia. Es el principio de Hebb: neuronas que disparan juntas, se acaban conectando juntas (aunque sea a través de una tercera). Los circuitos van así afinándose paso a paso, y deben a esa estrategia hebbiana buena parte de su construcción durante el desarrollo del feto. El aprendizaje también se debe en parte a procesos locales de ese tipo.

Pero las neuronas del córtex no sólo hablan con las demás de su barrio. También llaman por teléfono continuamente a todos los demás procesadores. Las llamadas son directas, y a menudo de larga distancia. Y los principios hebbianos también operan durante estas conversaciones de mayor alcance. Francis Crick y Christof Koch escriben (Nature Neuroscience, febrero de 2003): "La mayoría de las áreas del córtex no detectan simples correlaciones de los inputs sensoriales, sino que detectan correlaciones entre correlaciones ya expresadas por otras áreas del córtex". Es la gramática jerárquica de la mente. Un principio metahebbiano.

De esta forma, piensa Crick, se forman "coaliciones transitorias de neuronas". Cada coalición es una red formada mediante rondas hebbianas y metahebbianas -mapas de coincidencias entre rasgos del mundo progresivamente más abstractos- y "significa" un aspecto del mundo. Las coaliciones de neuronas compiten entre sí, y la coalición ganadora se elige por su coherencia con el mundo exterior, y muy en particular con aquellos rasgos del mundo exterior a los que estamos prestando atención en este mismo instante. "En cualquier momento dado", escribe Crick, "la coalición ganadora es la que se mantiene [durante 150 milisegundos, más o menos], y encarna el contenido de nuestra consciencia en ese momento". Solemos hablar de la fascinante inteligencia social de las abejas. Pero, en el fondo, la nuestra también es social. Una ciudad de neuronas, o mejor, una continua sucesión de ciudades de neuronas.

Las coaliciones de neuronas activadas al imaginar o recordar un autobús londinense son muy parecidas a las activadas por la presencia real de un autobús londinense, pero menores. Incluyen los circuitos que significan rasgos abstractos, como el color rojo, la altura de dos pisos y la humedad causada por la abundante presencia de paraguas, pero no los que significan detalles, como el número de ruedas traseras, el color del uniforme del conductor y el volumen del claxon, que sí están incluidos en la coalición neuronal durante una experiencia en directo.

Las coaliciones de la mitad trasera del cerebro son distintas de las de la mitad delantera. Las primeras codifican el mundo, y las segundas "miran" esos mapas y responden con planes de acción, o con una maravillosa sensación de felicidad, o con un "sentimiento de autoría relacionado con el libre albedrío", en palabras de Crick y Koch. Los dos científicos también hablan de la "penumbra", un halo de circuitos en los aledaños de la coalición neuronal ganadora, y que incluye los ecos de pasadas asociaciones de esa coalición, y un cálculo de las más probables asociaciones futuras. La consciencia es más lenta que los zombis, pero también más adaptable y más impredecible.

Ése es el legado neurocientífico de Francis Crick. Bastante más de lo que Fermat escribió en el margen, después de todo.

LUIS F. SANZ

LUIS F. SANZ

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