"Hay un lugar para cada uno en el circo"

Gustavo Gorosito (Buenos Aires, 1977) trabajaba en Argentina como guarda de seguridad. Desde hace dos años y medio vive en Bilbao y se dedica al circo y al teatro, dentro de los grupos Gaitxeri y Lesnadies.

Pregunta. ¿Cuándo decidió interesarse por el teatro?

Respuesta. El teatro siempre me gustó, pero en Argentina no podía hacerlo, porque tenía que trabajar muchas horas.

P. ¿Cómo comenzó?

R. En Argentina estudié Bellas Artes, hacía pesas y practicaba taekwondo, pero cuando vine a Euskadi descubrí el teatro, la danza, los malabares. Me fui introduciendo de una forma muy natural.

P. ¿Cualquiera puede entrar en el mundo del circo?

R. Cualquiera que realmente quiera. Hay un lugar para cada uno en el circo. Sólo hay que saber encontrarlo.

P. ¿Qué importancia tiene la concentración?

R. En el teatro se trabajan tanto la parte psicológica como la física. A mí me gustan ambas, aunque ahora me dedico más a las acrobacias que a la dramaturgia.

P. ¿Gana lo suficiente para mantenerse?

R. Sobrevivo, aunque aquí puedo vivir sin trabajar tan fuerte como lo hacía en mi país, en donde las opciones para mantenerte dedicándote al arte son casi nulas. Quien lo hace vive de una forma precaria.

P. ¿Envía dinero a su país?

R. Le envié un par de veces a mi madre cuando trabajaba en la construcción o de camarero, pero ahora con el teatro no me alcanza.

P. ¿Tiene algún problema por ser inmigrante?

R. Los vascos están muy concienciados con la inmigración, pero aún así clasifican entre un inmigrante y otro. A mí como argentino me tratan muy bien, y yo estoy aquí muy a gusto, pero no estoy conforme con como tratan, por ejemplo, a los africanos.

P. ¿Actúa por usted o por el público?

R. Me gusta mostrar mi trabajo, pero sobre todo es un proceso personal, una pasión.