El lodazal llega a la política
Las fotografías robadas de dos mujeres vinculadas a la alcaldía del PP en Mérida desatan acusaciones entre políticos
El viernes 30 de julio, a la 1.30, el abogado de Mérida y profesor de Derecho Civil en la Universidad de Cáceres, Ángel Acedo, de 42 años, casado y con dos hijos, recibió una llamada de su amiga Mar. Un amigo informático la había avisado de que en Internet aparecían fotos de ella y de una concejal del PP, en el despacho de Acedo. Esta última semidesnuda y Mar junto a un hombre, supuestamente Acedo, en una situación que pertenece a la esfera de su más absoluta intimidad.
Ángel Acedo, hermano del alcalde del PP de Mérida, Pedro Acedo, comprobó aquella madrugada que una campaña sucia y deleznable había comenzado a invadir los ordenadores de la ciudad mediante un correo electrónico que se titulaba El profesor Acedo trabajando en el despacho. El correo remitía a una dirección de Internet donde aparecían varias fotos, bajo una frase que rezaba: "El profesor Acedo goza sus vacaciones en el mar y en la gloria bendita".
El alcalde de Mérida dijo que el PSOE intentaba aprovecharse de las circunstancias
"Es el palo psicológico más fuerte de mi vida", señala la concejal del PP
El texto llevaba veneno. Porque María del Mar P. D. H. y Gloria Constantino, además de ser amigas de Acedo, provienen de familias muy conocidas en Mérida, de profunda raigambre religiosa, y ambas vinculadas al ámbito del gobierno local del PP.
Gloria es concejal de Hacienda del PP, y esposa del superintendente, máximo jefe, de la Policía Local de Mérida. María del Mar es empleada de la televisión pública municipal Tele Mérida, esposa del director de la cadena de televisión y del semanario público La Capital y hermana de un abogado que hasta esta semana trabajaba en el despacho de Acedo. En la madrugada del martes pasado, el hermano de María del Mar recogió sus pertenencias del despacho de Acedo y se despidió.
El bufete de Acedo y la redacción de Tele Mérida se encuentran en la misma planta del mismo edificio. Sólo hay que dar tres pasos para ir de un sitio a otro.
Pero si el texto era venenoso, las fotos llevaban la droga del morbo. Quien ve una quiere ver más, y quien ve más pregunta si hay vídeos.
Acedo se dio cuenta enseguida de que esas fotos habían salido de su ordenador, de uno de los ordenadores de su bufete. "Las fotos están trucadas", afirma Acedo. "Pero ese montaje sólo lo han podido hacer desde mi ordenador, porque ambas son amigas de mi mujer y las fotos digitales que hacemos las almacenamos en este ordenador". Acedo puso el caso en manos de la unidad de la Guardia Civil especializada en delitos informáticos. Intentó que el tema se investigara desde Madrid y lo denunció en los juzgados madrileños de la plaza de Castilla. Pero el juez de allí se inhibió y trasladó el caso a Extremadura.
Mientras tanto, Acedo empezó a llamar a los servidores donde se habían instalado las páginas para que las eliminaran. Los servidores no están obligados a eliminarlas si no es con orden judicial. Pero todos accedieron. Aunque las fotos se propagaron por la Red como un fuego de verano. De un servidor de Francia saltaba a otro de Estados Unidos, después a uno de España, y así hasta más de trece direcciones.
Nacieron foros en Internet donde personas amparadas en el anonimato comentaban las fotos e informaban de dónde las acababan de colocar. En pocos días, las fotos pasaron de Internet a las calles del pueblo. Farolas, bares, quioscos... El fuego del morbo y el fisgoneo ha seguido extendiéndose por tabernas, casas, parques, tiendas, hoteles, oficinas...
Varios agentes del Grupo de Delitos Telemáticos de Madrid han interrogado durante dos días a los seis empleados del despacho de Acedo. Han clonado los discos duros de los ordenadores y se los han llevado a Madrid para ver si la persona que asaltó la intimidad guardada en los ordenadores lo hizo a través de Internet.
"Esto me está ocurriendo sólo por ser hermano del alcalde", explica Acedo. El letrado cree que detrás de la operación se debe encontrar alguien con muchos medios técnicos y con mucha frialdad para meditar la operación.
La rumorología de la ciudad busca la mano oculta y apunta a todas partes. En primer lugar, a la esposa del abogado, pero Ángel Acedo lo niega y Gloria Constantino, la edil del PP que sale en las fotos, también lo descarta. "La esposa de Ángel y yo somos íntimas amigas. Ella sabe de sobra que esas fotos están trucadas. Y lo último que haría sería difundirlas".
El rumor también ha apuntado a un conocido empresario, antiguo amigo del alcalde, quien le ha llegado a decir públicamente a éste: "Voy a a ir a por ti". También apuntan hacia la propia Policía Local. Porque cuando se nombró hace dos años al marido de María del Mar P. D. H. superintendente -es decir, jefe máximo de los 100 agentes locales-, varios sindicalistas dijeron que el cargo y las oposiciones para acceder al puesto habían sido creados ex profeso.
Todo este lodazal de rumores, infamias y fotos robadas y difundidas no habría pasado de ser un caso triste de afrenta a la intimidad de las personas, uno más de los cientos que se producen cada día en los pueblos y ciudades de España, sin que traspase el ámbito local. Pero el martes adquirió rango político cuando el alcalde del PP, Pedro Acedo, anunció que esto le había pasado a su edil por estar en política: "Cuando le ofrecí en 1999 que se metiera en política, ella tenía 27 años. Era licenciada en Marketing, no militaba siquiera en el PP. Y no le dije entonces, porque yo no lo sabía, que el precio que iba a pagar por meterse en política iba a ser tan alto".
El PP gobierna en la ciudad con 13 concejales y con la oposición de 12 ediles socialistas. El PSOE perdió por 108 votos de diferencia, en una ciudad de 52.000 habitantes.
Al poco tiempo de producirse la comparecencia del alcalde, el portavoz del grupo municipal socialista, Ángel Calle, envió una carta a los medios. En ella decía que Mérida necesitaba "imperiosamente un cambio radical en el tono de su vida pública".
Calle se había solidarizado el día anterior públicamente con el ultraje al que se había sometido a las dos mujeres. Y en la carta volvía a lamentar "el daño" que este suceso había producido y recordaba que contaban con toda la solidaridad de los socialistas, "sin ningún tipo de reserva". Pero, además, recordaba en su artículo "el clima de linchamiento y las sucias campañas de desprestigio personal" que, según él, promueve el alcalde a través de los tres medios de financiación local: Tele Mérida, el semanario La Capital y Radio Fórum.
A raíz de ese escrito, el alcalde de Mérida convocó otra conferencia de prensa el pasado martes por la tarde, en la que dijo que el PSOE estaba intentado aprovecharse de las circunstancias. Y añadió que la divulgación de las fotos en las calles la había hecho "gente cercana al PSOE". Por último, recordó que desde "muchos ordenadores de la Junta de Extremadura" se había colaborado en la difusión.
El portavoz del PSOE asegura que esta misma semana, desde Tele Mérida, alguien dijo: "A ver si vamos a tener que hablar aquí de la mujer de Calle".
"Cuando oí eso tuve que explicarle a mis hijos, los dos mayores de edad, que no se referían a la madre de ellos, sino a la mujer con la que me casé hace 30 años y de la que me separé a los seis meses", dice el portavoz socialista.
Y mientras por la ciudad circulan todo tipo de chistes y chanzas machistas, las dos agraviadas se encuentran fuera de Mérida. Gloria Constantino y su marido, el director de los medios locales, se mantiene en contacto permanente con el alcalde y con el letrado Ángel Acedo, quien es abogado de la pareja. Pero María del Mar P. D. H. y su hermano han cortado desde el martes todo tipo de comunicación con Ángel Acedo.
En conversación telefónica con EL PAÍS, Constantino, la edil, aseguró que las fotografías habían sido trucadas. "Han sacado mi cabeza y el resto no pertenece a mi persona", señaló. Dijo sentirse hundida por ver cómo se ha difundido esto en la sociedad emeritense. "Es el palo psicológico más fuerte de mi vida. Mi marido está a mi lado apoyándome y hundido también", agregó.
La concejal se quejó del comportamiento del grupo municipal socialista. "Su portavoz ha dicho que me apoya, pero yo no me siento apoyada por él. A mí no me ha llamado en ningún momento. Ha salido para sacar provecho político y para atacar a mi marido y a los medios de comunicación en que trabaja mi marido", continuó.
Ángel Calle indicó que él no la ha llamado porque no sabe su número de teléfono. "Pero en cualquier caso, yo he demostrado mi solidaridad al hacerla pública, que es como un político tiene que demostrar su compromiso".
Todos los políticos afectados reconocen que se han traspasado todos los umbrales de la decencia en política.
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