Fianza de un millón de dólares para el directivo de Recreativos Franco detenido en EE UU

El presidente de la sede en Estados Unidos de la compañía española Recreativos Franco, Joaquín Franco Pérez, fue arrestado el jueves pasado en el estado de Arizona (suroeste de Estados Unidos) acusado de soborno, manipulación de ordenadores, fraude y robo, según informó el viernes el diario The Arizona Republic en su edición en Internet. En su comparecencia ante la juez Lisa Roberts el mismo jueves, ésta impuso a Franco Pérez una fianza de un millón de dólares (831.946 euros). En la sede de la compañía en Madrid, dijeron desconocer el arresto y alegaron que el personal está de vacaciones.

Según el periódico de Arizona, el empresario está acusado de sobornar a un inspector estadounidense de juegos de azar, de cambiar o destruir miles de archivos informáticos y de malversar fondos de una compañía de juegos de azar con la que Recreativos Franco estudiaba fusionarse. Por estos cargos, Franco Pérez podría enfrentarse a una pena de 15 años de prisión. El detenido deberá presentarse el miércoles próximo a una audiencia en el Tribunal Superior del condado de Maricopa, en Arizona.

La empresa Recreativos Franco, una de las más importantes del sector en España, emplea a unas 7.000 personas y en 2002 tuvo unas ventas de 353,8 millones de euros.

Empleo por certificación

Según informó la oficina del fiscal general de Arizona, junto con Franco Pérez también fue inculpado un ex investigador financiero del Departamento de Juegos de ese estado, Daniel A. Muller. El primer informe de la acusación sostiene que el empresario español ofreció a Muller un puesto en la compañía recreativa a cambio de que aprobara una solicitud de la empresa para poder vender máquinas tragaperras a casinos de Arizona. Muller accedió y cuando la certificación se completó, abandonó su puesto de funcionario y entró a trabajar en Recreativos Franco. El ex funcionario no ha sido arrestado todavía, pero se enfrenta a cargos de soborno que podrían suponerle hasta tres años de prisión.

La portavoz del Departamento de Juegos de Azar, Christa Severns, explicó que lo que hizo saltar la "alerta roja" en este caso fue que la certificación de Recreativos Franco fuera concedida un viernes y el lunes siguiente Muller dejase la agencia y comenzase al poco tiempo a trabajar en la empresa de juegos de azar.

La portavoz aseguró que la compañía española no tiene por ahora ninguna de sus máquinas tragaperras en funcionamiento en Arizona y que la certificación que obtuvo será anulada en breve. Según Severns, la empresa preparaba su entrada en el mercado estadounidense y había hecho solicitudes similares a la de Arizona en otros estados. Un representante de la oficina de Recreativos Franco en Las Vegas dijo que la compañía no se pronunciaría sobre las acusaciones.