Pasión por la fruta
- Pasión por la fruta: Esto es lo que sucede en nuestra cocina. Para mí, la fruta es uno de los productos mágicos, el que tiene el gen más marcado, junto a especias y hierbas aromáticas. La prueba es que la mayoría de veces, con los ojos cerrados puedes adivinar qué fruta tienes delante. Además se trata de un producto único en cuanto a la aportación de sabores básicos en un plato. El ácido y el dulce están siempre presentes en su composición, y a veces también el amargo, por lo que un pequeño trozo de fruta es muy complejo en cuanto a gustos básicos. Para mí es imprescindible, tanto en el mundo dulce como en el salado. Fruta de la pasión: una de mis frutas preferidas. Tiene muchas variedades o familias y en esto hay un poco de lío. Que si maracuyá, que si fruta de la pasión, que si granadilla... Por nombres que no quede. Les recomiendo una caipirinha de fruta de la pasión, hecha con, cachaça, azúcar, zumo de fruta de la pasión y hielo. ¡Es fantástica! Si no, una versión del mojito, sustituyendo el limón por fruta de la pasión, también puede ser una solución.
- Pasta: Uno de los alimentos universales. Los árabes dicen que la inventaron ellos, los chinos dicen que nació en su país y los italianos no te digo. ¡Ah! Y mi madre dice que los canelones son catalanes. ¿Quién tiene razón? La verdad es que da igual, pero no hay duda de que la pasta se ha expandido por todo el mundo.
- Patatas: Producto maravillo, bueno y barato. Es curioso que cuando nombramos productos mediterráneos no solemos pensar en ella y sí en el tomate y en el aceite de oliva, cuando la patata es uno de los productos que más consumimos. Igual que el tomate, la patata es un producto joven en nuestra cocina (tiene unos 200 años, más o menos), por lo que la extraordinaria tortilla de patatas o las famosas patatas fritas son relativamente recientes en nuestra historia gastronómica. Otra cosa curiosa: en todas mis comidas en restaurantes asiáticos nunca he comido patatas. ¿Y usted? Sustituyen las patatas por otros tubérculos que aquí no conocemos. Por qué las patatas no han entrado en la cocina china es uno de los grandes misterios de la gastronomía.
- Peck: Tienda mítica de gastronomía abierta en 1893 y situada en el número 9 de la Via Spadani, de Milán. En ella se pueden comprar los manjares más importantes de Italia y algunos del extranjero. Por ejemplo, el mejor jamón de cerdo ibérico y el mejor parmesano reggiano o gorgonzola, sin contar las fabulosas pastas o los mejores aceites de oliva italianos. En Peck hay además una de las mejores bodegas de vino que uno puede soñar. Si viajan a Milán no dejen de visitar esta tienda, aunque sólo sea para mirar. Y si no les da corte, pidan que les enseñen las cocinas. Son aún más geniales que la tienda.
- Percebe: Algo por lo que nos volvemos locos muchos españoles y que la mayoría de extranjeros no conoce. Es uno de los pocos productos que casi sólo se come en España. Sería divertido contar cuántos productos se comen sólo en España. No crean que hay tantos, ya que hablo de productos, no de elaboraciones. Bueno, a lo que íbamos: el percebe es un molusco... ¡Mentira! Esto es lo que yo pensaba que era, y como yo muchos, ya que el percebe se asocia más con esta familia que con un crustáceo, que es lo que en realidad es. Así, pues, por extraño que parezca, el percebe es de la familia de las gambas, de las cigalas o de los centollos y no de las almejas o de los mejillones. Otra curiosidad: los pulpos y los calamares son cefalópodos, una subfamilia de los moluscos; o sea, que una ostra y una sepia son hermanos o primos. Mira que es curiosa la naturaleza. Aunque hay percebes de otros lugares, no hay comparación: los gallegos son únicos, con permiso de la costa cantábrica.
Con la colaboración de Xavier Moret.
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