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Los 25 miembros de la nueva Comisión Europea aprueban un código de conducta

La nueva normativa prohíbe a los comisarios aceptar regalos por valor de más de 150 euros

Los 25 miembros de la Comisión Europea que a partir del 1 de noviembre va a presidir José Manuel Durão Barroso se reunieron ayer en Bruselas por primera vez, en la que fue también para algunos la primera ocasión en que veían a sus futuros colegas. Los comisarios aprobaron por unanimidad un código de conducta ética y moral que actualiza y delimita normas vigentes e hicieron pública manifestación de enfrentarse firme y decididamente a los retos de la Unión Europea. Luego, en multitudinario y confuso batiburrillo con la prensa, desgranaron variados puntos de vista.

La cita de ayer estuvo a medias entre el ejercicio espiritual y la reunión festiva. La práctica totalidad de los reunidos había interrumpido sus vacaciones para atender al llamamiento de Barroso y no pocos de ellos están hoy ya de vuelta a sus lugares de relajación veraniega: desde la que se volvía pescar con sus hijos a quien volaba a Atenas para presenciar los Juegos Olímpicos.

La reunión se celebró en una atmósfera dominada por el buen ánimo, según Barroso, quien, naturalmente, se declaró "muy satisfecho" con el equipo que ha logrado formar. Fue un día de parabienes, sonrisas y optimismo, con gotas de gravedad. Los comisarios fueron informados de que las palabras "liderazgo, visión y colegialidad" serán la divisa del Ejecutivo comunitario que ha de tomar el relevo el noviembre. Todos intervinieron para expresar en las tres lenguas de trabajo (inglés, francés y alemán) su aprobación de la idea y su deseo de trabajar duro. "Son aparentemente conscientes de la inmensa tarea que les espera, es decir, que son realistas, pero también entusiastas", resumió Vale de Almeida, jefe del equipo de transición y mano derecha de Barroso en estas semanas. En la jerga propia de Bruselas, la nueva comisión será una "coalición dinámica que busca un consenso dinámico".

A los comisarios se les hizo notar que su mayor responsabilidad inmediata es examinarse ante el Parlamento Europeo -"extremadamente serio asunto", según De Almeida- en audiencias que van a comenzar a partir del 27 se septiembre y durarán dos semanas. La consigna impartida fue la de acudir bien preparados y dialogar franca y abiertamente con los eurodiputados. Al menos tres de los comisarios de los países de la ampliación dejaron una impresión poco positiva en su anterior comparecencia y podrán redimirse ahora.

Los 25 reunidos aprobaron informalmente el código de conducta que asumirán en noviembre, presentado como una sólida base ética y moral que actualiza algunas normas y clarifica otras. Entre las novedades figura la creación de un registro de los regalos por valor de más de 150 euros que puedan recibir los comisarios. Serán los que deban aceptar por obligaciones de protocolo, porque conforme al código no podrán admitir ningún presente valorado por encima de esa cantidad. Como ahora, los comisarios deberán declarar sus intereses financieros y las actividades profesionales de sus cónyuges para ver que no entran en conflicto con sus responsabilidades. Ya la semana pasada, la futura comisaria de Agricultura, la danesa Mariann Fischer Boel, reveló que su marido rige una granja subvencionada con unos 60.000 euros con fondos comunitarios. Tras analizar el caso, los servicios jurídicos de la comisión no tuvieron nada que objetar.

Los comisarios también recibieron información de cómo habrán de componer sus gabinetes y portavocías. Deberán ser grupos de trabajo multinacionales en los que el jefe o subjefe de Gabinete y el portavoz no podrán ser de la misma nacionalidad que el titular de la cartera, algo que ya comenzó con la comisión de Romano Prodi. Con la mezcla de nacionalidades se trata de llegar más fácilmente a los ciudadanos y crear una sensación de intereses compartidos.

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A la hora del café, los 25 comisarios se pusieron a disposición de la prensa en un mare mágnum de corrillos, en los que volaron frases triviales o de contenido político.

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, con las comisarias del nuevo Ejecutivo comunitario.
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, con las comisarias del nuevo Ejecutivo comunitario.ASSOCIATED PRESS

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