Terraza del parque de Atenas

La terraza del parque de Atenas lleva varios años funcionando, y a juzgar por las instalaciones que posee, en el corazón de un parque público, no es descabellado pensar que con algún tipo de licencia de actividad... Y cobro, claro está, de la misma, por parte del Ayuntamiento, organismo poco o nada dado a la gratuidad, y escasamente al confort de los vecinos.

No voy a a entrar en los perjuicios que ocasiona, o no, esta terraza. Me indigna en principio que se caiga en la cuenta después de años.

Lo mismo que la falta de atención a otros problemas -más graves, a mi juicio- de la zona, el barrio de la Virgen del Puerto, que paso a enumerar:

1. Problemas de tráfico y aparcamiento debidos a la extensión irracional de la regulación de aparcamiento por parquímetros. Calles del barrio presumen de amplios huecos de aparcamiento porque son del PAR, pero no funcionales, mientras otras acumulan sobreocupación y doble fila por efecto de la no inclusión en el plan anterior. Perjudicados, los vecinos.

2. Carencias graves de limpieza pública en las calles del barrio, Juan Duque, Manzanares, Mazarredo, ronda de Segovia, Virgen del Puerto... sobre todo en fines de semana, y después de eventos en:

3. Estadio Vicente Calderón, junto al Manzanares y la sala La Riviera, de mucho más efecto en perjuicio de la seguridad, confort y aseo de las calles susodichas que la terraza citada.

4. Para colmo, y dada la saludable afición a los escándalos urbanísticos, apuntar que no muy lejos de la ubicación de la terraza, en la ronda de Segovia, el Ayuntamiento ha consentido, sin relevancia mediática alguna, la construcción de un bloque de viviendas en la mitad de la superficie de un parque y viario peatonal públicos. Algo visible desde hace años, y a punto de conclusión para mayor gloria de la especulación.

5. Y en cuanto al parque de maquinaria que, dicen en el artículo, se convierte en negocio privado de aparcamiento en las noches de la terraza, resaltar el bochorno que produce, en una de las entradas al casco antiguo de la ciudad, la presencia indigna, año tras año, de esos muros de ladrillo tapizados de cartelería, cutres como sólo lo pueden ser en Madrid, que han propiciado ocupaciones insalubres y peligrosas, y de los que sería lo de menos, mera anécdota picaresca, aquello de que lo acusan.

¿Cuándo van a demolerlos y prolongar los céspedes de las Vistillas, como su dignidad merece? Habrá otras localizaciones en el distrito de Arganzuela para la residencia de día que pergeñan edificar en este solar.

6. Tantos otros...

Al fin y al cabo, en la terraza del parque de Atenas podemos tomarnos un respiro al fresco de tanta decepción en esas instalaciones.