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Una década de promesas

Ginés Donaire

El desdoblamiento de la autovía A-4 a su paso por Despeñaperros acumula una década de promesas incumplidas. El 20 de diciembre de 1993, con el PSOE en el Gobierno, la Dirección General de Carreteras ordenó realizar el estudio informativo del trazado. El Ministerio de Fomento y la junta rectora del parque de Despeñaperros no consensuaron el trazado hasta 1999, tras años de disputas.

El proyecto ha tenido que conjugar la importancia de la obra en un terreno de orografía abrupta con el hecho de que casi todo el trazado esté en un espacio protegido.

PSOE y PP han mantenido durante años una agria disputa política sobre el proyecto. En febrero de 2003, el PP rechazó en el Senado una moción para agilizar las obras.

El PSOE no ocultó entonces su temor a que el parón del proyecto guardara relación con la intención del anterior Gobierno, del PP, de dar prioridad la autovía de peaje que unirá Toledo con Ciudad Real y Córdoba. La bronca duró un año, hasta que el 6 de febrero de 2004, el Consejo de Ministros aprobó el desdoblamiento. El ex ministro de Hacienda y ex diputado por Jaén, Cristóbal Montoro, presentó el proyecto de la autovía en la precampaña de las elecciones de marzo. La oposición le reprochó que en este ejercicio apenas hay presupuesto para el desdoblamiento.

La obra sí aparece recogida en el Plan de Infraestructuras 2000-2007. Magdalena Álvarez no quiso entrar ayer en el retraso de la obra, aunque insistió en que es necesaria.

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