En busca de un nuevo modelo turístico
Los hoteleros y el Ayuntamiento buscan desterrar de la población el turismo de cerveza barata y cama a 16 euros
¿Qué pasa en Lloret de Mar? ¿Por qué en menos de una semana se producen dos peleas multitudinarias en la principal zona de ocio de la población? El sector turístico y el Ayuntamiento trabajan para cambiar la tradicional imagen turística de la localidad como ciudad de fiesta, alcohol y desenfreno.
Lloret, que tiene 200.000 habitantes en verano, está pagando las consecuencias de una política turística basada en bajos precios para captar clientes, algunos sin muchas exigencias. Hasta hace no muchos años aún se vendía Lloret al exterior con campañas de publicidad que utilizaban el gancho sexual y la barra libre para promocionar la población.
Jóvenes europeos, italianos e ingleses, en su mayoría, llegan a esta población atraídos por la oferta de sol y playa, pero también por el alcohol barato -una cerveza cuesta hasta tres veces más en sus lugares de origen- y la promesa de fiesta y desenfreno hasta altas horas de la madrugada. La concejal de Turismo, Anna Maria Gallart, reconoce que "muchos operadores turísticos han ido a vender la parte fácil de Lloret como lugar de fiesta sin fin".
En La Riera hay cinco discotecas y se concentran hasta 15.000 personas
El secretario general de CC OO en Girona, Aureli Álvarez, considera que los altercados en la principal zona de ocio de Lloret son fruto "de una política turística basada en la competitividad extrema con paquetes de vacaciones muy agresivos desde el punto de vista económico". Muchos opinan que éste es un modelo turístico que no funciona y con el que se ha de acabar, pero es cierto que ha funcionado en el pasado y ha enriquecido a muchos. "Se trata de un turismo que no otorga ningún valor añadido, es un modelo peligroso que no aporta gran cosa económicamente y que da una imagen nefasta de la Costa Brava y Lloret", afirma Álvarez.
El Ayuntamiento de Lloret considera que los incidentes de la madrugada del miércoles pasado en que unos 200 jóvenes se enfrentaron a la policía en una auténtica batalla campal que acabó con importantes daños en el mobiliario urbano, responde "a un problema estructural del sector turístico y no a un problema de orden público", explica el alcalde Xavier Crespo (CiU). "Es un problema global y entendemos que cambiando determinadas actitudes y cediendo todos un poco podemos transformar el planteamiento turístico del municipio", añade Crespo.
El consistorio ya ha iniciado conversaciones con operadores turísticos para mostrarles el "nuevo proyecto de Lloret y muchos", afirma Gallart, "han captado la idea y cambiarán su mensaje y el concepto de venta". El objetivo es captar un turismo de calidad "porque a mayor calidad y condiciones, el precio de venta sube, y si sube, también la clientela es de mayor nivel. Éste es el camino y el único que puede salvar la actual situación de crisis del sector", explica la concejal de Turismo del Ayuntamiento de Lloret. El presidente del gremio de agencias de viajes ARAC, Fèlix Aguilar, explica que ya se acabó con los operadores que vendían Lloret como destino "de mucha libertad" y agrega: "Ahora trabajamos para comunicar apropiadamente nuestro producto como es y no la idea subjetiva que se tiene de Lloret". "No renegamos de ser un destino divertido, de ocio y sol y playa, pero uno puede divertirse sanamente y pedimos al sector que nos ayude a hacerlo", explica Gallart. El exceso de oferta propicia la clásica guerra de precios y hace posible alojarse en un hotel por 16 euros al día en régimen de pensión completa.
Santiago Ontañón, empresario hotelero y ex presidente del Gremio de Hoteleros del municipio, cree que en los últimos años ha aumentado en exceso la afluencia de gente joven: "Suspiramos porque vuelva el turismo familiar de tiempo atrás". Aun así, rechaza cualquier responsabilidad del hotelero en el turismo que genera la población. "Los hoteleros no escogemos al turista, recibimos al que viene porque si pudiéramos escogeríamos a gente de mediana edad", afirma.
El consistorio ha iniciado un plan con el sector hotelero, de agencias de viaje y de locales de ocio para reorientar la oferta. En los últimos años una veintena de establecimientos hoteleros y de comida rápida han tenido que cerrar las puestas por no cumplir los requisitos exigidos.
Pero adecuar la oferta requiere una importante inversión, por lo que los hoteleros también reclaman la ayuda de las administraciones para financiar esta reconversión. "No ha habido ayudas para que a un hotel sin aire acondicionado, por ejemplo, se le financiase parte de esta mejora, que le daría un valor añadido y podría subir sus exigencias tanto a nivel de precios como de comportamiento", dice Gallart.
La oferta nocturna de ocio de Lloret es muy superior a la de otras poblaciones turísticas. En el municipio se concentra gran cantidad de bares y discotecas en la zona conocida como La Riera, el mismo lugar donde el miércoles pasado se desató la batalla campal. En una noche, en el lugar se pueden concentrar hasta 15.000 personas, y cinco de las discotecas tienen capacidad para unas 2.000 personas.El concejal de Gobernación, Ignasi Riera, considera que es "una minoría" la que participa de estos incidentes y el alcalde lo califica de "hecho aislado".Nadie duda de que incidentes de este tipo dañan la imagen de Lloret, pero en algunos sectores se considera que se han magnificado los hechos. El presidente del gremio de agencias de viajes ARAC, Fèlix Aguilar, sostiene: "Son cosas que pasan en cualquier destino turístico de tanta envergadura como Lloret". "Que en una temporada en la que pasarán un millón de turistas nos achaquen una pelea de 20 personas no es para rasgarse las vestiduras", dice Ontañón.
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