El sector hotelero exige cambios de política turística y urbanística para evitar una crisis
Los empresarios creen en la vigencia del modelo de sol y playa, pero mejor planificado
La pérdida de turistas del principal destino del litoral andaluz, la Costa del Sol, no es alarmante, según reconoce el propio sector, pero sí exige la la necesidad de someter a revisión la planificación turística y urbanística, y definir nuevas estrategias de actuación política para evitar una crisis. La recesión de los principales mercados emisores europeos, unida a la emergencia de nuevos destinos más baratos, dibujan un escenario futuro de feroz competencia que exigirá recualificar algunas zonas costeras dotándolas de mejores infraestructuras, ordenación, atractivos de ocio y promociones más eficaces.
En el primer semestre del año, las pernoctaciones en los hoteles de la Costa del Sol descendieron un 5,2%, algo que no ocurre en ningún otro destino andaluz, y para los meses de julio y agosto se estimaba una caída aun mayor, en torno al 8%. Según el gerente del Patronato de Turismo, Juan Antonio Martín, estos márgenes son "razonables" y están "dentro de lo normal". "Estamos peor que el año pasado y peor que el anterior, pero no se puede decir que estemos mal, simplemente hay un proceso de desaceleración que es natural porque hemos tenido tres años de aumentos por encima del 10% que es imposible de mantener", argumenta.
La interpretación de las cifras ofrece distintas perspectivas según con que se compare y quien lo haga. El sector turístico en España asiste a un debate sobre el agotamiento de determinados modelos como el balear o el catalán, pero el sector de la Costa del Sol insiste en que no es el caso de esta zona. Incluso con esta desaceleración, el litoral mediterráneo andaluz ofrece mejores resultados que la mayoría de otros destinos españoles competidores, entre otras razones porque se beneficia de un mayor flujo de visitantes españoles que además no cesa de crecer significativamente -las pernoctaciones de españoles en hoteles de la Costa del Sol aumentaron en el primer semestre un 12%-.
Además, el auge del turismo residencial ha servido para consolidar y fidelizar la presencia de turistas, si bien con ciertos riesgos por los inconvenientes derivados de la saturación urbanística. Además, según el presidente de la patronal, José Prieto, el turismo residencial es muy difícil de medir porque en él "se esconde una oferta clandestina y cierta economía sumergida". "Hay un problema de sobreoferta de plazas ilegales", insiste el presidente de las Agencias de Viaje, Francisco Pérez.
Buen verano
El verano además parece no resultar tan malo como se preveía. El muestreo realizado por la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos) sobre la ocupación de plazas en julio arroja una media del 79%, tres puntos superior a la del año pasado, aunque aún faltan por responder la mitad de los establecimientos. El tráfico de pasajeros en el aeropuerto de Málaga aumentó además el mes pasado un 7%.
Con datos así el sector despeja cualquier planteamiento tremendista. "El modelo de la Costa del Sol no está ni mucho menos agotado, pero se está convirtiendo en un destino incómodo", insiste Pérez, quien cita un ejemplo evidente de las amenazas: "Un turismo de sol y playa requiere cuanto menos unas aguas limpias".
"El modelo no está agotado, pero si mal planificado", opina José Prieto, quien reclama una revisión de las infraestructuras. "Estamos creando demasiados inconvenientes y nos hemos privado de mucho paisaje", insiste. Una de las carencias más evidentes es la obsolescencia de la red de carreteras. Desde que empezó el verano, los atascos en los principales núcleos costeros son casi permanentes, evidenciando que el crecimiento urbano no ha ido acompañado de las adecuadas infraestructuras.
En la revisión del modelo urbanístico, los empresarios reclaman un compromiso de los ayuntamientos, ajenos habitualmente en la definición de políticas turísticas cuando tienen plena competencia en estos asuntos.
"Hay que reconocer que no estamos mal, pero también que hay tendencias que están cambiando y que requieren que cambiemos algunas estrategias", explica Juan Antonio Martín.
Uno de los asuntos a revisar es el crecimiento desproporcionado entre la oferta de plazas hotelera en relación a la evolución de la demanda, como reconoce el propio presidente de la patronal andaluza, Miguel Sánchez, quien advierte del riesgo de que "pasemos de ser un destino demandado a un destino ofertado". Turismo tiene registrado sólo en la Costa del Sol 240 solicitudes de nuevos hoteles. Sánchez avisa que una consecuencia podría ser la caída de los precios, que implicaría necesariamente una pérdida de calidad, cuando entiende que una de las causas de que Andalucía haya soportado mejor el receso que otros destinos es precisamente por disponer de un excelente producto.
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