Iconos de la prosperidad indiana
Una ruta por casonas asturianas de antiguos emigrantes
Mediados del siglo XIX. Miles de asturianos emigran a América en busca de mejor suerte. Algunos logran hacer realidad su sueño y ganan fortunas. Y quieren publicitar su triunfo, ¡que todos sus paisanos lo sepan! Por eso, construyen grandes casas solariegas que hoy en día forman parte de la seña de identidad del Principado. Ostentosas residencias que se admiran en pueblos asturianos, especialmente en la costa y en concejos perdidos del interior como Salas, Boal, Pravia, Allande. Suelen tener fachada de piedra y una gran palmera en el jardín. Una moda arquitectónica que nació allá por 1870 y duró hasta 1936, fecha en que la Guerra Civil se alió con las crisis económicas y avatares sociopolíticos acaecidos al otro lado del charco, lo que supuso el fin de muchas de aquellas fortunas. Años después, esas casonas integran el paisaje del Principado. Algunas están ruinosas, otras han recuperado el aspecto esplendoroso de antaño por el auge del turismo. Las hay que han pasado a manos de nuevas familias que las han rehabilitado para su disfrute personal y otras lucen como museos. Admirándolas desde fuera o dormitando en sus entrañas, las casas de indianos conforman una de las ofertas arquitectónicas más atractivas de Asturias.
Quinta Guadalupe
COLOMBRES (RIVADEDEVA)
Construida en 1906, es la casona de indianos por excelencia. Situada a la izquierda de la plaza de Colombres, se construyó por orden de Íñigo Noriega, un vecino que hizo fortuna en México. Su arquitecto fue, al parecer, el santanderino Lavín Casalís. La casa tiene larga historia. En los años veinte fue centro de reposo. Durante la Guerra Civil se transformó en hospital. En los cuarenta la compró el Estado y hasta 1986 fue centro de Auxilio Social. Hoy, acoge la sede del Archivo de Indianos, institución que funciona como centro de documentación y estudios sobre la emigración española a América. Consta de cuatro plantas (museo, exposiciones temporales, biblioteca, despachos de administración, terraza y torre). No se conserva mobiliario original, pero sí los estucados, las escayolas y motivos varios de decoración indiana.
- Información: 985 41 20 05. Otras casas indianas para visitar en Colombres: Casa Roja, Casa de Piedra, Casa Noriega Mendoza o Villa Delfina, en Bustio.
El palacio de Sotiello
SEVARES (PILOÑA)
Nacido con el dinero que el indiano Eduardo Álvarez Fernández ganó durante sus años como dueño de los entonces almacenes Álvarez, Parajón, Celis y Cía., en La Habana (Cuba). Deseoso de poseer una casa grande en su Sevares natal, contrató los servicios del más prestigioso arquitecto de la época: Manuel González del Busto, nacido en Cuba y también hijo de indiano. Cuentan que hasta el propietario se quedó mudo al contemplar en persona el gigantismo de la obra, excesivo para un matrimonio de vida sencilla y sin hijos: cuatro amplias plantas con numerosas salitas, galerías, terrazas, y con una fachada curiosa con dos torres desiguales, arcos, ladrillo visto madera y piedra. Actualmente la casa permanece cerrada, aunque está restaurada.
Villa la Argentina
LUARCA
1899: vieja residencia de Manuel García Fernández, miembro de la familia de los Pachorros. Su arquitecto, Juan Miguel de la Guardia, diseñó la villa con fachada a tres calles y rodeada de un jardín donde conviven esculturas, azaleas y rododendros. Columnas dóricas, arcos de medio punto, porche con escalinata de acceso, sillares esquineros de granito dan forma a la fachada. En el interior, la ostentosa casa original tenía salas de fumadores, de juego y varios cuartos de baño, inexistentes en las viviendas populares de la época. Actualmente ha sufrido una redistribución con el fin de ser convertida en hotel. La decoración resulta impactante por su recargamiento en zonas en las que dominan los encajes, las colchas de corte clásico, o los techos ricamente decorados de los que cuelgan arañas de cristal.
- Hotel Villa la Argentina (985 64 01 02 www.villalaargentina.com). A partir de 78 euros la habitación doble.
La Casa Amarilla
SOMAO (PRAVIA)
1908: es para muchos el edificio emblemático de esta localidad, famosa en la región por la belleza de sus casonas. Fueron muchos los habitantes de Somao que emigraron a Cuba, y algunos los que triunfaron. Y dejaron fe de ello. La Casa Amarilla, así llamada por el atrevido color del azulejo de su fachada, es también obra del arquitecto Manuel González del Busto. Edificio de dos cuerpos adosados, geométrico, en el que destaca una solitaria torre coronada por un tejado piramidal y rematada por un pararrayos que acentúa la verticalidad del conjunto.
Hay en Somao más casas de indianos. Como la Casona (1900), en la que destaca su gran fachada con las escaleras, los porches o la terraza típicas. En la Casona queda en evidencia que, al concebirla, su dueño, Gabino Álvarez, también pensó en la otra vida. De ahí el espectacular panteón modernista oculto al sur del jardín. Obra del arquitecto García Nava, el panteón, coronado por una cúpula azul y con sus vidrieras de colores, evidencia lo grandes que fueron las ambiciones indianas.
Palacete Peñalba
FIGUERAS (CASTROPOL)
1912: a primera vista su fachada no se corresponde con el estilo tradicional indiano. Este edificio recuerda más al modernismo de Gaudí que a la clásica casona solariega de gusto clasicista. Pero su historia ayuda a confirmar esa teoría de muchos estudiosos acerca del, en el fondo, inexistente estilo indiano. El emigrante rico no aspiraba a ser árbitro del gusto, quería algo para hacerse notar y se dejaba llevar por las ideas de los arquitectos. Y eso hizo la viuda de García Bustelo, un titular de negocios en Argentina. La señora quería una casita donde veranear y se dejó asesorar por el arquitecto zaragozano Julián Arbex. Y así nació el palacete Peñalba, deudor del art déco y de marcada ostentosidad y carácter: escaleras retorcidas, balcones ovalados, vidrieras, gran jardín... A lo largo de su vida el palacio conoció épocas de gloria y años de abandono, hasta 1981, cuando Avelino Gutiérrez López lo compró para crear un hotel. Seis años de obras fueron necesarios para unificar el encanto del siglo XIX con las comodidades del XXI. Conserva parte del mobiliario original.
- Hotel Palacete Peñalba (985 63 61 25 www.hotelpalacetepenalba.com). A partir de 69 euros la habitación doble.
Casa de Cuervo
MALLEZA (SALAS)
De comienzos del siglo XVIII. De planta rectangular, con cubierta a cuatro aguas y dos pisos separados por impostas. Aunque sobria, es la casa más destacada de este pueblo del centro de Asturias conocido como "la pequeña Habana". Otros ejemplos de la arquitectura de la emigración: casa Don Vicente, construida por un emigrante de La Habana sobre las bases de una más antigua, ejemplo de tendencia asturianista al que no le faltan anexos como forno (horno), panera y pajar. Casa Pachón (1920), o Villa Alicia, que fue casa de Fernando Rodríguez, fundador de La Dichosa, la administración de lotería más famosa de Cuba. Regresó Pachón a Asturias en 1918, fecha en la que encargó construir esta casa sobre una soleada colina al arquitecto Julio Galán. Durante la Guerra Civil la casa fue sede de las oficinas del Estado Mayor y hoy acoge una residencia de ancianos.
GUÍA PRÁCTICA
Información
- Fundación Archivo de Indianos. Museo de la Emigración (985 41 20 05). Quinta de Guadalupe, s/n. Colombres. Abierto de martes a domingos, de 11.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00 horas. Precio: adultos, 3 euros; niños hasta 14 años, 1,5 euros. Disponen del catálogo Arquitectura de indianos en Asturias, que puede consultarse para trazar una ruta de visitas hasta por 96 casas particulares, escuelas o fundaciones.
- Oficina de turismo de Asturias (985 21 33 85 y 902 300 202).
- Discover Asturias (985 67 82 02). Rutas de tres o seis días por casas de indianos. De 350 a 500 euros, con alojamiento.
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