¿Estamos de aniversario?
Nuestro dilecto alcalde Odón nos tiene desconcertados. Justo después de acabar la Semana Grande del año pasado anunció que éste de 2004 se celebraría el 125 aniversario de las fiestas. Pues bien, han llegado las fiestas y nadie parece acordarse del 125 aniversario. Ni se hace eco la prensa ni lo ha publicitado el Ayuntamiento.
Todo induce a pensar que Odón se columpió o que le indujeron a error sus asesores. Cronistas más cualificados que quien esto escribe hay para bucear en la historia pero hasta donde la humilde vista de uno alcanza, fue en julio de 1876 cuando el promotor de festejos José Arana acuñó el término Semana Grande refiriéndose a los actos que rodearon a la inauguración de la plaza de toros de Atocha por él promovida.
Así que los ciudadanos de a pie andamos cavilosos y sin apetito
Si atendemos, pues, a la fecha en que apareció la denominación, el 125 aniversario de marras se habría producido en el 2001 sin que nadie se diera cuenta. Ahora bien, como julio no es agosto ni todo el monte orégano, tuvieron que nacer las fiestas de Semana Grande allá por 1879 si es que ha de celebrarse el 125 aniversario de marras este año, pero las crónicas sólo dicen que aquel agosto nació Emiliano Zapata que, efectivamente, fue una fiesta para México pero es dudoso que lo fuera para aquí. A menos que se haya confirmado la efeméride y que lo que esté fallando sea el bombo y platillo, cosa absolutamente inaceptable, ¡con lo bien que hubiera quedado un 125 de azúcar tremolando en el cielo!
Así que los ciudadanos de a pie al no saber de que ídem cojea el aniversario, andamos cavilosos y sin apetito. Porque la fuente de nuestro desconcierto no se acaba ahí. El año pasado Odón también se descolgó con un consejo que ya de por sí resultaba desconcertante: "Los políticos debería masturbarse más". Lo hizo en plan buen samaritano para que no hubiera tanta tensión en la política. Y ahí es donde apuramos el cáliz del desconcierto porque los políticos, al menos los del Consistorio donostiarra, o no han hecho los deberes o el consejo era malo, porque no puede respirarse más tensión. Los del PP no pueden admitir que los del PSE no quieran saber nada de ellos cuando parecería natural que debieran entenderse entre no nacionalistas. Pero es que los del PSE también se enconan -el Bárbaro- porque aunque les echen los tejos a los del PNV, dicho sea con todo los respetos dada la delicada materia en que nos movemos, no consiguen nada excepto que el PNV también se enfade y les acuse, por boca de Egibar, de estar lanzándoles, ¡huy!, misiles.
Total que el ciudadano percibe la tensión y no sabe si estar de fiesta o seguir los consejos de Odón aunque no sean políticos, porque al no serlo igual con ellos funciona, me refiero al sistema de la Gran Cascada. No precisamente la que montan con fuegos artificiales en la bahía sino la del chiste, ya saben, unas veces se la cascan por aquí y otras se la cascan por allí.
Lo cierto es que el tiempo se ha puesto a lluvia con lo que la fiesta se complica. Y si ni siquiera funciona lo de Onán lo mismo hay que improvisar un concurso de hemeroteca que declare donostiarra de pro -o pra- al que mejor aniversario pesque.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.