Los libreros de la cuesta de Moyano piden otra ubicación por las obras

La treintena de libreros de la cuesta de Moyano han pedido al Ayuntamiento de Madrid que les dé una nueva ubicación a raíz de las obras de construcción de la nueva subestación de Unión Fenosa, que sustituirá a la que resultó arrasada por el fuego el pasado 15 de julio.

El Consistorio mantuvo la semana pasada una reunión con los afectados y ahora está evaluando los planteamientos de los libreros, por lo que esperan tener una resolución a lo largo de esta semana o principios de la otra, según adelantó el coordinador general de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid, Francisco Panadero. Éste explicó que los afectados propusieron medidas a medio y largo plazo que deberán ser estudiadas además por la Concejalía de Economía y la Junta Municipal de Retiro, distrito en el que se ubica este mercado de libros de segunda mano.

Entre las medidas que plantearon los libreros, según Panadero, está que éstos se vean lo menos afectados posible por las obras, lo que incluye un eventual traslado de sus casetas hasta que se terminen los trabajos. Ahora mismo la zona se encuentra rodeada de vallas. Las obras de la nueva subestación, que durarán cerca de un año, se desarrollan en la parte baja de la cuesta, lo que puede generar problemas de ruido y las consiguientes molestias para las personas que se hallen en las inmediaciones.

Críticas comprensibles

El coordinador general de Urbanismo comprende las críticas de los librerosm que verán afectados sus negocios durante el tiempo que duren las obras, lo que repercutirá en sus ganancias. Por ello, intentarán buscar medidas para que las obras les afecten "lo menos posible".

Los alrededores del Jardín Botánico, en especial la fachada principal, están rodeados por subestaciones eléctricas móviles que suministran energía a los clientes que atendía la subestación destruida por el fuego. Se trata de grandes máquinas aparcadas junto a las vallas del jardín, que se encuentran protegidas de la circulación por diferente señalización.

La nueva subestación necesitará más potencia de la que actualmente generan las móviles, ya que es preciso garantizar la electricidad de todo el área, según explicó el coordinador general de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid.

El incendio dejó a 40.000 clientes sin luz, obligó a desalojar el 15 de julio a cientos de personas de la zona afectada y sumió a parte de la capital en un caos de tráfico durante más de seis horas. Tres explosiones casi simultáneas fueron los detonantes de la pesadilla.