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Belgrado colabora con el Tribunal de La Haya para acercarse a la UE

Guillermo Altares

Tras la victoria del candidato reformista y proeuropeo Borís Tadic en las elecciones presidenciales de junio frente a los nacionalistas radicales cercanos, el Gobierno serbio multiplica los signos hacia la UE. Pero Serbia sabe que antes de abrir cualquier negociación debe cumplir con las exigencias de Occidente, la primera de las cuales es la captura de los criminales de guerra Ratko Mladic y Radovan Karadzic, reclamados por el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY).

"La cooperación con el TPIY es nuestra prioridad", afirmó el viceministro serbio de Asuntos Exteriores, Predrag Boskovic, en una reciente visita a Madrid. En una entrevista con EL PAÍS, Boskovic, de 32 años, aseguró que "la cooperación entre la policía y el Ejército es muy estrecha para capturar a Mladic", el antiguo jefe militar de los serbios de Bosnia, acusado de crímenes de guerra y genocidio por el Tribunal de La Haya. "No sabemos dónde está, pero estamos haciendo todo lo posible para localizarle y capturarle", agregó en referencia a la posible presencia de Mladic en territorio serbio, tal y como han denunciado los fiscales del tribunal.

Crisis económica

Boskovic viajó a Madrid para entrevistarse con diferentes representantes del Ministerio español de Exteriores y solicitar el apoyo de Madrid en el proceso de acercamiento de Serbia a la UE, que, seguramente, será largo. "La integración en Europa es fundamental para Serbia, y nuestro país tiene una clara mayoría a favor de esta integración. El nuevo presidente nos ayudará en este trabajo", señaló Boskovic. Más allá de que La Haya reconozca la plena cooperación de Belgrado, el viceministro de Exteriores aseguró que Belgrado se enfrenta a otros problemas importantes de cara a su futura integración en la UE: la crisis económica y el estatuto final de Serbia y Montenegro.

"Hemos perdido 12 años fundamentales, los mejores para la transición económica de Europa del Este", afirmó. "Fueron años en los que hubo ayudas muy importantes de EE UU, la UE y las instituciones financieras internacionales. Ahora las prioridades están en otros lugares y vamos a tener que completar nuestra transición en un entorno mucho menos favorable", agregó Boskovic. Serbia y Montenegro es el Estado que reemplazó a la antigua Yugoslavia. El año que viene, las dos repúblicas tienen que llegar a un acuerdo definitivo mientras soplan fuertes vientos a favor de la independencia en Montenegro. Las autoridades de Podgorica han anunciado su intención de celebrar en 2005 un referéndum de independencia, en el que el tiene grandes posibilidades de salir vencedor. "Lo que es muy importante es que la UE comprenda que, sea cual sea la solución que se alcance, no creará ningún problema de seguridad ni de inestabilidad en los Balcanes. El resultado será respetado por ambos países y trabajaremos juntos para buscar la mejor solución", señaló Boskovic, montenegrino nacido en Podgorica.

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Sobre la firma

Guillermo Altares
Es redactor jefe de Cultura en EL PAÍS. Ha pasado por las secciones de Internacional, Reportajes e Ideas, viajado como enviado especial a numerosos países –entre ellos Afganistán, Irak y Líbano– y formado parte del equipo de editorialistas. Es autor de ‘Una lección olvidada’, que recibió el premio al mejor ensayo de las librerías de Madrid.

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