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Reportaje:

La resurrección de Ericsson

El grupo sueco recupera posiciones frente a sus rivales

Los excelentes resultados obtenidos en el segundo trimestre del año por Ericsson, la multinacional sueca de las telecomunicaciones -7.800 millones de coronas (847,8 millones de euros) frente a los 200 millones de coronas de igual periodo de 2003- han sido recibidos como un triunfo nacional. "No lo hubiéramos creído un año atrás", manifestaba, visiblemente satisfecho, el director ejecutivo, Carl-Henric Svanberg, quien agregaba: "Hemos fortalecido nuestra posición en el sector".

Además de cosechar los laureles de la victoria, con estos resultados Svanberg recoge otros frutos más tangibles al incrementar su fortuna personal en unos 240 millones de coronas: en la primavera del año pasado compró acciones de Ericsson por valor de 15,6 millones de coronas a seis coronas cada una y ahora cotizan por encima de las 20 coronas.

La multinacional finlandesa ha perdido en cuestión de cuatro meses la mitad de su valor en Bolsa, unos 45.000 millones de euros
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No menos positiva es la noticia para el Gobierno, que añora los tiempos no tan lejanos en que Ericsson representaba el 15% de las exportaciones suecas; para la Bolsa, que registró de inmediato sus efectos con una subida inicial de un 10% de las acciones, y ni que decir tiene para el más de un millón de accionistas suecos, muy identificados con la empresa, que obtendrán un dividendo de 0,33 coronas por acción tras años de pérdidas.

Más allá de las cifras, importa destacar que la nueva situación de Ericsson invierte radicalmente y a un ritmo muy veloz la correlación de fuerzas con su tradicional rival, la finlandesa Nokia, que hace un año parecía imbatible en el campo de los teléfonos móviles.

El desarrollo de Sony-Ericsson, la compañía formada en octubre de 2001 por partes iguales, es precisamente uno de los factores de la recuperación del consorcio. Con una venta de 19 millones de unidades en la primera mitad del año en curso, equivalente a una ganancia de 1.600 millones de coronas, ha logrado invertir la posición del sector que más pérdidas y sinsabores había causdo. Accede ahora a un 7% del mercado mundial de celulares y, lo que es más importante, ha logrado introducir en sus nuevos teléfonos innovaciones tecnológicas, cámaras, música, etcétera, que han superado a Nokia. Ésta ha perdido, según estimaciones recientes, aproximadamente un 10% de su participación en el mercado mundial de los teléfonos móviles, que hace un año se aproximaba al 40%.

El lado oscuro

El lado oscuro de la recuperación de Ericsson es que esta tendencia ascendente, sostenible según las previsiones, no significará ni de lejos una recuperación de parte del empleo que, desde los 120.000 puestos de trabajo que el consoricio tenía en el mundo hace tres años, se ha visto reducido casi a la mitad. Este recorte de plantilla ha supuesto una importante bajada de costes y explica parte de la actual recuperación del grupo.

Ahora se crearán algunos puestos, especialmente en el sector de investigación y desarrollo, que jugará un papel más decisivo en el futuro inmediato. Pero los trabajos de fábrica sólo aumentarán en Asia -especialmente en China, que cada vez más aparece como un objetivo básico para las telecomunicaciones-, así como también en Brasil. Ni Suecia ni otros países de Europa se beneficiarán en este aspecto de la ocupación, de la resurrección de Ericsson.

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