El cine independiente luchará por la Concha de oro en San Sebastián
'Silver City', de John Sayles; 'Nine songs', de Michael Winterbottom; 'Roma', de Adolfo Aristarain; 'Bombón-El Perro', de Carlos Sorín, e 'Inguélézi', de Dupeyron, concursan en la Sección Oficial.
Se sabía que Woody Allen había renunciado a Venecia para inaugurar el próximo 17 de septiembre con Melinda y Melinda la 52ª edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián. Lo que no se sabía es que su presencia -fuera de concurso- sintetiza mejor que nada la decidida apuesta que hace de nuevo el certamen por el cine independiente: por las historias frente a los efectos especiales y el star system. Queda claro al ver el avance que realizó ayer de su Sección Oficial:
Silver City, de John Sayles; Nine songs, de Michael Winterbottom; Roma, de Adolfo Aristarain; Bombón-El Perro, de Carlos Sorín, e Inguélézi, de Dupeyron, competirán entre al menos otros diez títulos por la Concha de Oro, el máximo galardón.
"El cine siempre fue contar historias, y cuando una historia es atractiva se sostiene incluso contándola con una cámara de vídeo"
"El cine siempre fue contar historias y cuando una historia es atractiva, la película se sostiene incluso contándola con una pequeña cámara de vídeo". La reflexión la hizo ayer Sorín, tras conocer el listado parcial de películas con las que compite su último trabajo. El cineasta, que en 2002 ganó el Goya y el Premio Especial del Jurado del festival donostiarra por Historias mínimas, regresa a San Sebastián con una "comedia dudosa" protagonizada también por actores no profesionales. "Es la historia de un desocupado de unos cincuenta años que ha perdido su trabajo en la estación de servicio de una ruta abandonada", explica. "Vive lo que es el drama de nuestro país. No tanto en la parte económica", que también, "sino en lo más esencial. Uno, a esa edad, sin trabajo, se siente como descartado del mundo". Pero en ese momento le regalan un perro, va recuperando su autoestima y su vida empieza a cambiar.
Sorín no oculta que volver a San Sebastián tiene para él un significado especial. "Fue el punto de partida del recorrido que tuvo Historias mínimas internacionalmente", recuerda. "Y también del mío propio, porque comencé de vuelta una carrera que había abandonado hacía 12 años, tras La película del rey, mi segundo trabajo". ¿Y cómo se siente al competir esta vez con Sayles, Winterbottom o Aristarain? "Con la experiencia que tengo voy a los festivales con muy pocas expectativas. Es más saludable", ironiza.
Bombón-El perro se disputará la Concha de Oro con películas de los géneros más diversos, algunas de ellas nacidas también de la colaboración entre productoras españolas y argentinas. Por ejemplo, la de Adolfo Aristarain, autor de títulos como Un lugar en el mundo, que vuelve a trabajar con José Sacristán y Juan Diego Botto en una cinta que habla sobre la memoria y la Argentina de los años cincuenta, sesenta y setenta. En el cartel de la Sección Oficial figura también Sumas y restas, una historia sobre el tráfico de cocaína, del colombiano Víctor Gaviria, y El cielito, de María Victoria Menis. Ambas apuestas del festival por cineastas poco conocidos.
En todo caso, si hay que definir por algo la Sección Oficial del certamen es, precisamente, por lo contrario, por la presencia de directores conocidos. John Sales presentará Silver City, una historia protagonizada por Chris Cooper, Richard Dreyfuss, Daryl Hannah, sobre las corrupciones y miserias de la vida política estadounidense; Winterbottom, Nine songs, donde habla de música y sexo "de una forma inusual en el cine convencional", según el festival, y Guédiguian, cineasta militante, estrenará Mon père est un ingénieur, filme sobre el desencanto político.
Completan la lista parcial Carta de una desconocida, de Xu Hinglei, basada en el libro de Stefan Sweig; Omagh, de Pete Travis; Sueño de una noche de invierno, de Goran Paskaljevic (Servia&Montenegro); el melodrama familiar danés Brothers, de Susanne Bier; la coreana Spider Forest, de Song II-gon, la coproducción franco-marroquí Tarfaya, de Daoud Aoulad-Syad, y Turtles can fly, de Bahman Ghobadi (Irán-Irak).
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