Tradicional 'subidón'
Hubo un tiempo en que la subida de gasolinas y gasóleos para automoción se hacía muy de tarde en tarde, de golpe y en cantidades significativas. Alguna mente preparada pensó que las colas en las gasolineras podrían evitarse con el simple hecho de acostumbrarnos a subidas mínimas (por cuyo ahorro no merecería la pena pasar colas para llenar el depósito) y continuadas (lo que acentuaría el efecto rutinario de la subida ayudando a convivir con él).
Pero el verano sigue con su tradición: el subidón. Y, si uno sale de vacaciones, es obvio que ha de llenar el depósito varias veces, cada una de ellas más cara que la anterior. No hay que estudiar mucha economía ni entender de ofertas y demandas. Ya no valen excusas de subida del crudo, del barril o de los conflictos en Oriente. Simplemente se trata de pillar a todos en la misma ratonera sin escapatoria posible, como en un atasco más de verano.
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