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LA INVESTIGACIÓN DEL 11-M

El juez excarcela al confidente Zouhier para registrar su casa en busca de explosivo

La policía investiga si el marroquí hizo pruebas con dinamita meses antes de la matanza del 11-M

Rafá Zouhier, el confidente de la Guardia Civil detenido en relación con el 11-M, fue excarcelado ayer de la prisión de Aranjuez (Madrid) por orden del juez Juan del Olmo para que estuviera presente en un registro practicado en la casa de su madre, en Villanueva del Pardillo. En el registro, los agentes comprobaron que el colchón de una cama tenía un agujero presuntamente causado por la explosión de un detonador o un trozo de dinamita que Zouhier habría probado en septiembre u octubre de 2003. Ese material le habría sido dado por la red que facilitó los explosivos de la matanza.

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Zouhier, que servía de confidente a dos oficiales de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO), fue excarcelado durante varias horas por orden del juez Del Olmo, encargado del sumario relativo a la matanza del 11-M. Posteriormente fue reingresado en la prisión de Aranjuez.

Este marroquí fue detenido el pasado 19 de marzo acusado de estar relacionado con la trama que facilitó los 200 kilos de explosivos empleados por los terroristas islamistas para cometer la matanza en los trenes de cercanías de Madrid. Desde que fue encarcelado, ha escrito varias cartas sosteniendo que él colaboraba con la Guardia Civil desde hace años y que incluso alertó a este cuerpo de la existencia de un grupo que comercializaba ilegalmente explosivos.

El pasado 15 de julio, Zouhier envió una carta al Congreso de los Diputados en la que decía: "Yo avisé, yo informé, yo di una muestra de explosivos; yo colaboré con banda de Guardia Civil, no con banda de terroristas. Yo avisé al grupo de élite que defiende a España del peligro de los asturianos que ofrecían explosivo a cambio de droga en Madrid. Soy el único que avisé de todo, los marroquíes y españoles que sabían que los asturianos tenían explosivos".

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Zouhier sostiene que él avisó a la Guardia Civil de la existencia de la red de los ex mineros asturianos que cambiaban explosivos robados por droga. "Lo que no voy a hacer es detenerlos; yo he hecho lo correcto y más por España", añadía en la carta remitida el mes pasado a los diputados.

El registro ordenado por el juez Del Olmo en la casa de la madre del marroquí, según fuentes próximas a la investigación, estaba destinado a comprobar si éste había manejado explosivo con anterioridad a la matanza del 11-M.

Los agentes inspeccionaron ayer la vivienda y descubrieron que un colchón tenía un agujero que aparentemente fue causado por una pequeña explosión provocada posiblemente por un pedazo de dinamita o bien por un detonador. Especialistas de Policía Científica hicieron fotografías del colchón, además de obtener muestras del mismo que serán sometidas a análisis para comprobar si hay restos de sustancia explosiva.

Las fuentes informantes sospechan que Zouhier pudo probar el material en la vivienda de su madre y que, a fin de amortiguar la consiguiente detonación, lo hizo cubriendo el detonador o el explosivo con el citado colchón. Eso explicaría la existencia del agujero descubierto ayer en ese objeto.

Los mismos medios relacionan ese supuesto experimento con el hecho de que Zouhier sufriera quemaduras en una mano en torno a los meses de septiembre u octubre del año pasado. Esas lesiones, que pudo haberse causado durante el experimento, le fueron curadas en un centro hospitalario en el que ingresó por haber recibido una cuchillada en una discoteca madrileña. La policía está ahora tratando de obtener el historial médico de Zouhier para corroborar todas estas sospechas y comprobar las fechas.

Muy vieja y en mal estado

Uno de los dos oficiales de la Guardia Civil que comparecieron en la comisión parlamentaria del 11-M declaró el pasado 20 de julio que Zouhier les entregó incluso una muestra de explosivo en un frasco, que resultó ser dinamita muy vieja y en muy mal estado, por lo que se destruyó tras analizarla. Las investigaciones abiertas por la Guardia Civil en Asturias, tras las confidencias del marroquí, dieron origen a vigilancias y seguimientos a varios sospechosos, pero se cerraron sin dar ningún resultado sobre la trama de los explosivos.

Un coronel de la Guardia Civil, Félix Hernando, detalló en el Congreso cuál fue el contenido exacto del aviso que Zouhier dio en enero de 2003: "Tenía información que apuntaba a la existencia de una persona que residía en Avilés, conocida como Emilio [se refiere a José Emilio Suárez Trashorras, confidente de la policía], el cual estaba buscando personas que quisieran adquirir goma 2, de la que tenía noticias de que podía poseer 150 kilos, enterrados en algún lugar próximo a Oviedo. Parece ser que la Goma 2 la habría podido sustraer de un depósito de explosivos en el que trabajó como encargado o vigilante". Al no haber ninguna pista que condujera hacia el terrorismo, la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil se desentendió del caso y lo dejó en manos de la Comandancia de Asturias.

El confidente Rafá Zohuier es conducido al juzgado el pasado día 14.
El confidente Rafá Zohuier es conducido al juzgado el pasado día 14.EFE-TV

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