_
_
_
_
Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Púlpito antifeminista

La Iglesia católica, que desde hace siglos niega a las mujeres el mismo papel que concede a los hombres, arremete ahora contra el feminismo porque, opina, equipara "en todo" al hombre y a la mujer. Esta crítica del Vaticano, difundida el domingo pasado en una carta a los obispos elaborada por la Congregación para la Doctrina de la Fe (antes llamada Santo Oficio), ha atizado en España una polémica que ya alcanza el bolsillo de los contribuyentes: ¿Debe un Estado democrático y aconfesional financiar una entidad contraria a la igualdad de hombres y mujeres?

La andanada vaticana arroja más gasolina al fuego abierto entre la jerarquía católica y un Gobierno que ha hecho bandera de las políticas de igualdad. Aún están frescas las condenas de los obispos a la legalización del matrimonio homosexual que pretende el PSOE, y que llevaron a algún ministro a plantear la necesidad de acabar con la millonaria ayuda económica del Estado a esta confesión. Al margen de la polémica sobre la frontera entre el púlpito y la política, es de notar que las elucubraciones de la jerarquía sobre igualdad entre mujeres y hombres se refieren a una práctica que la Iglesia desconoce en su funcionamiento interno. Y ello no depende de la distinción psicológica (que admite el psicoanálisis, por ejemplo) entre hombres y mujeres, sino del establecimiento de relaciones jerárquicas de poder que el feminismo cuestiona.El sacerdocio, y por supuesto las mitras que toman las decisiones, están reservados al sexo masculino.

Los tiempos cambian, pero la doctrina tradicional católica se mantiene: la mujer como esposa y madre (sin derecho a los anticonceptivos). Pero como también de forma creciente tiene empleo fuera de casa, el Vaticano reacciona: pide a los Gobiernos que armonicen la organización del trabajo "con las exigencias de la mujer dentro del núcleo familiar". Y eso cuando las políticas de igualdad, dentro y fuera de España, apuestan por que estas responsabilidades familiares se compartan de forma equitativa en la pareja.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_