Detenidos los dos patrones de la patera en la que murieron cinco inmigrantes en Tarifa

La policía detuvo ayer en Algeciras a dos marroquíes como presuntos patrones de la patera que naufragó el sábado frente a Tarifa y en la que murieron cinco personas, entre ellas una mujer, su bebé y un supuesto tercer responsable de la expedición. Los detenidos son Y. B., de 32 años, y O. Z., de 19, quienes se hicieron pasar por víctimas del naufragio. Por otra parte, 19 inmigrantes interceptados el pasado fin de semana en Granada se fugaron ayer derribando una puerta del centro de detención de Motril, donde se tramitaba su repatriación.

Los dos marroquíes acusados de supuestos delitos de tráfico de inmigrantes y homicidio negaron ser los patrones de la expedición. Sin embargo, las incoherencias de sus testimonios sobre cómo habían llegado a formar parte del contingente hicieron sospechar a los agentes. Además, algunos de los 12 supervivientes de la tragedia les reconocieron como organizadores de la expedición. Las detenciones de Algeciras también contaron con la colaboración de la gendarmería marroquí.

Los supervivientes declararon que la patera partió de una playa cercana a Tánger (Marruecos), adonde fueron trasladados en taxi la noche anterior al naufragio. Los inmigrantes pagaron 1.100 euros por un puesto en la trágica travesía. A esta cantidad hay que sumar los más de 1.000 euros que pagaron los 11 subsaharianos integrantes de la expedición por su traslado hasta Marruecos.

Los agentes recordaron ayer que estas altas sumas de dinero someten a los inmigrantes a las mafias del tráfico de trabajadores durante gran parte de su vida, hasta que abonan sus deudas. Las mujeres, habitualmente, pasan a engrosar las redes de prostitución.

La Guardia Civil calcula que en la patera, además de las cinco víctimas mortales y los 12 supervivientes, viajaron otras 19 personas. Según los agentes, y tras dos días de rastreo, la mayoría debió alcanzar la playa a nado. No obstante, y aunque se han abandonado las labores de búsqueda, Salvamento Marítimo ha dado aviso a todos los barcos por si aparecen restos del naufragio.

La operación policial continúa abierta, en colaboración con los agentes marroquíes, para la total identificación y detención de los restantes integrantes de la red de inmigración ilegal. No se descarta que en los próximos días puedan producirse nuevas detenciones.

Por otra parte, un grupo de 19 inmigrantes marroquíes se fugó ayer del centro de detención que la policía tiene en el puerto de Motril (Granada). Los huidos, que formaban parte de los 82 inmigrantes que el pasado fin de semana desembarcaron en la costa granadina, estaban a punto de ser repatriados a Marruecos. "Eran los últimos que quedaban en el centro. Forzaron la puerta que da a la calle por presión y consiguieron salir", explicó ayer el comisario del Cuerpo Nacional de Policía de Motril José Fernández.

En el momento de la fuga, dos agentes custodiaban a los detenidos. "El centro tiene dos plantas, los inmigrantes se encontraban en la planta baja y la pareja de policías se hallaba en la parte superior, donde hay oficinas y unos monitores que vigilan a través de un circuito cerrado de televisión a los internos", dijo ayer el comisario de Motril.

Los agentes, que activaron de inmediato un dispositivo de búsqueda al que se sumó un helicóptero, sospechan que los inmigrantes se ocultan en los cañaverales cercanos a la localidad, en los cortijos de las zonas rurales y en los invernaderos.

Por su forma de actuar, el comisario sospechó que los detenidos y fugados podrían haber pasado ya por el centro y conocer las deficiencias del mismo. En este sentido, Fernández explicó que las instalaciones del puerto no cuentan con las suficientes medidas de seguridad para albergar a un elevado número de personas durante un largo periodo de tiempo. De hecho, estas instalaciones carecen de camas y se utilizan sólo durante los trámites de repatriación. Los internos no pasan más de 24 horas en las dependencias policiales. La capacidad teórica de las dependencias es de 150 personas en tránsito y de forma temporal.

El comisario calificó el comportamiento de los inmigrantes previo a la fuga como de "normal". No hubo más daños que la puerta forzada.