Botín agita la banca europea
La compra del Abbey por el Santander da la salida a nuevas operaciones de consolidación
Ha roto moldes, como le gusta hacer a Emilio Botín, el primer banquero español. La anunciada compra del británico Abbey por el grupo Santander se ve en determinados ámbitos como el inicio de un proceso de consolidación en la banca europea que cuenta con serias resistencias por parte de algunos Gobiernos, como los de Francia e Italia, mientras que otros, como el alemán, son más abiertos.
Si la operación sale como está prevista y los accionistas la aceptan, el Abbey pertenecerá al Santander a mediados de diciembre. Se habrá dado un paso en la dirección apetecida por Joaquín Almunia, comisario europeo de Asuntos Económicos, que recientemente ha señalado la necesidad de que nazca un banco paneuropeo.
Sin embargo, algunos analistas piensan que la compra, que como en un juego de espías se denominó Jack -el Santander era Red y el Abbey Blue- se ha realizado en el mercado británico, el único abierto de la UE, por lo que no ha roto ninguna barrera.
Otros afirman que esta compra, por valor de 13.400 millones de euros, acelerará un proceso que viene apoyado también por la introducción de la normas internacionales de contabilidad (IAS) y las exigencias de capital de Basilea II.
Con todo, la operación tiene sus puntos débiles. El mercado no la ha recibido con alegría, ya que la cotización del Santander ha caído un 1,25% desde que se anunciara. También tiene sus retos. El Santander debe ser capaz de revitalizar el Abbey en un país ajeno, con un equipo ejecutivo diferente al de la casa y lograr márgenes en un mercado, el británico, muy estrecho.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.