Una asociación de hombres promueve municipios libres de violencia de género
El símbolo de la campaña de la entidad es un lazo violeta y blanco
Un gran lazo bicolor violeta y blanco. Es lo único que tienen que colgar en su fachada los ayuntamientos que decidan unirse a la campaña que en breve lanzará la asociación Hombres Contra la Violencia de Género (HOCOVIGE), de Badalona, para que aquellos municipios que lo deseen se declaren "libres de violencia de género". La cita será el 25 de noviembre, el Día Internacional Contra la Violencia hacia las Mujeres.
La asociación, que nació hace dos años para luchar contra la violencia hacia el sexo femenino, tiene previsto contactar con unos 50 municipios. "De momento tenemos infraestructura para ponernos en contacto con estos ayuntamientos, en la mayoría de los cuales hemos ido a hacer charlas, pero si la cosa tiene éxito, supongo que esta cifra aumentará", comentó ayer Miguel Sánchez, presidente de HOCOVIGE.
Sánchez participó, junto a Joaquim Casals, vicepresidente de la asociación, y Amor del Álamo, presidenta de la Federación de Mujeres por la Igualdad del Baix Llobregat, en un debate en el espacio Speaker's Corner que discurría en pararelo a la sesión de clausura del Foro Mundial de las Mujeres. Los representantes de HOCOVIGE también están elaborando un programa de apoyo para una red de 25 ayuntamientos catalanes. "Se trata de un servicio de 24 horas al cual pueden acudir los municipios si detectan un caso de violencia de este tipo", explicó Casals.
El lazo bicolor es un símbolo que refleja el discurso de Sánchez y Casals. El lazo violeta fue adoptado en su día por los colectivos de mujeres, y asociaciones de hombres de Canadá eligieron el blanco hace más de una década con el objetivo de comprometerse a no actuar nunca de manera violenta contra una mujer ni de consentirlo en su entorno. El resultado no puede ser más simple ni directo: la unión hace la fuerza. Y en el caso de la violencia contra las mujeres, es toda la sociedad la que tiene que denunciar el problema y ayudar en lo que sea posible para prevenirlo. Éste fue el principal mensaje que ayer lanzaron Sánchez y Casals en el espacio del Fórum, en el que reivindicaron la validez de HOCOVIGE, que tiene dos años de trayectoria y más de 300 socios. El hecho de que ellos dos son policías les ha causado -y les sigue causando, según reconocieron ayer- algunas críticas tanto desde su propio sector como de otros ajenos al colectivo.
También en el marco del Foro Mundial de las Mujeres, la responsable del Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (Unifem) de los países andinos, Ana Falú, lamentó ayer que tan sólo una de las 21 comisiones de la verdad que hay en el mundo dedique un capítulo íntegro a la cuestión de las mujeres. La excepción que confirma la regla en este caso es la comisión que investigó el conflicto armado que azotó Perú de los años 1980 a 2000.
Falú calificó el caso de Perú de "logro", ya que por primera vez se plantea el caso de "la reparación de las víctimas de un conflicto por su condición de mujer" y destacó que en este país latinoamericano el 75% de las víctimas femeninas eran "quechuahablantes". "Ello supone un sesgo añadido de etnia, además de género", comentó.
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