El Consell se va de vacaciones sin cerrar la crisis

El Consell se despidió hasta después de las vacaciones de agosto sin cerrar la grave crisis provocada por el plante, el pasado día 27, de 20 diputados del PP al presidente de la Generalitat, Francisco Camps. El consejero de Presidencia, Alejandro Font de Mora, descartó ayer que el debate de política general que se celebrará en septiembre, al reanudarse la actividad parlamentaria, pueda convertirse en una especie de moción de confianza para saber los apoyos parlamentarios con que cuenta el Gobierno valenciano. Font de Mora insistió, una vez más, en que la gestión del Ejecutivo "ha sido deslumbrante".

El Ejecutivo crea una nueva sociedad anónima para captar inversiones

"Los gobiernos se valoran por sus actuaciones. El primer año ha sido deslumbrante, políticamente inteligente y ante un balance con un resultado de este tipo no merece la pena ni contemplar cualquiera de estas expectativas [una moción de censura o una proposición no de ley reafirmando la gestión realizada]", sentenció ayer el consejero de Presidencia, Alejandro Font de Mora.

El consejero portavoz dedicó la mayor parte de su intervención a glosar, nuevamente, los logros políticos del Ejecutivo presidido por Francisco Camps y a reiterar las críticas al Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero. Sin embargo, esta declaración política sobre las propias actuaciones realizadas por el Consell no evitó que la mayoría de preguntas apuntaran a la grave crisis por la que atraviesan el PP y su grupo parlamentario en las Cortes Valencianas.

Font de Mora, con cierto hartazgo, recurrió a la ironía y al sentido del humor para echar balones fuera sobre una situación que atenaza al Gobierno valenciano tras la demostración de fuerza realizada por los diputados zaplanistas el pasado día 27. El consejero portavoz se limitó ayer a insistir en la tesis de que "todas las áreas del Consell funcionan a plena satisfacción" y en que "el funcionamiento del Gobierno valenciano es el más activo de toda la historia".

Pese a ser requerido, Alejandro Font de Mora evitó entrar en polémicas con el secretario regional del PP, José Joaquín Ripoll; se negó a comentar la cena convocada por el presidente de las Cortes en la que se reunieron los principales cargos zaplanistas, e indicó que la convocatoria de la dirección del grupo parlamentario para tratar la situación creada por la espantada de diputados entra dentro de "la normalidad funcional".

En la última reunión plenaria del Consell antes de vacaciones sólo se decidió completar la remodelación del segundo escalón del equipo del presidente de la Generalitat, tras la renuncia a petición propia y por motivos personales de Isabel Villalonga, hasta ayer subdirectora general de Organización de Presidencia. Su puesto lo ocupará ahora Marisol Martínez, ex jefa de gabinete del ex consejero de Medio Ambiente Fernando Modrego y asesora de Francisco Camps desde su llegada al Palau de la Generalitat.

Junto con Alejandro Font de Mora, el consejero de Economía, Hacienda y Empleo, Gerardo Camps, compareció para explicar la decisión del Consell de crear una nueva sociedad anónima denominada Inversiones de la Comunidad Valenciana, que funcionará como una ventanilla única para asesorar a posibles inversores, hacer un seguimiento de las inversiones realizadas y buscar empresas que potencialmente puedan estar interesadas en establecerse en la Comunidad Valenciana. Gerardo Camps explicó que la filosofía de esta nueva empresa pública es la de vender la Comunidad Valenciana en su conjunto; es decir convencer a los inversores de que el territorio autonómico ofrece en su conjunto ventajas materiales e inmateriales que lo convierten en un espacio privilegiado y muy rentable. El titular de Economía confirmó que la sociedad estará presidida por él mismo y que el director gerente será el actual vicesecretario del PP provincial de Valencia y anterior cargo del Ministerio de Trabajo, Antonio Lys.

También en la última reunión del Gobierno valenciano antes de iniciar las vacaciones estivales, el Ejecutivo decidió aprobar los estatutos de la Universitat de València con la reiterada excepción de los artículos que hacen referencia al territorio -en donde el Consell ha sustituido el término País Valenciano por el de Comunidad Valenciana- y a la denominación de la lengua -donde dice lengua denominada académicamente catalán, se ha impuesto lengua valenciana-. De esta manera, el Gobierno valenciano insiste en censurar estas denominaciones avaladas jurídicamente por el Tribunal Constitucional. La Universitat de València anunció ayer que recurrirá la decisión.

Junto al resto de cuestiones abordadas por el Consell, la mayoría de trámite ordinario, se incluyó la declaración de bien de interés cultural (BIC) para el conjunto histórico de La Vila d'Alzira y la iglesia de Santa Catalina ubicada en el mismo municipio. Igualmente, el Ejecutivo valenciano aprobó el anteproyecto de ley del Misteri d'Elx, tal y como anunció el jueves el consejero de Cultura, Esteban González Pons, así como las tasas universitarias para el próximo curso.