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Crítica:EL ESCRITOR SIN MÁSCARA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Cínico autoengaño

J. Ernesto Ayala-Dip

En La muchacha de las bragas de oro, una novela de Juan Marsé que inmerecidamente siempre fue considerada menor por una parte de la crítica, el nudo moral que la alienta es la mentira. Buena parte de la novela negra americana tiene en esa miseria su resorte más eficaz e implacable. Francisco González Ledesma en Tiempo de venganza hace que en su nueva novela la mentira, el cínico autoengaño, estructure el tejido moral del relato. No se trata ahora de seguir las andanzas detectivescas de su comisario Méndez. Pero el propósito de desenmascaramiento social e intrahistórico sigue intacto. No es casual que la novela transcurra en un presente ambiguo, un presente en donde casi todos sus personajes tienen alguna deuda pendiente con su pasado, con el pasado franquista de la posguerra.

TIEMPO DE VENGANZA

FRANCISCO GONZÁLEZ LEDESMA

PLANETA. BARCELONA, 2004

319 PÁGINAS. 19 EUROS

Más información
"El pasado es lo único que tienes"

Es verdad que en esta novela el autor de Crónica sentimental en rojo no privilegia la intriga policiaca como en obras anteriores, pero así y todo su trama no rehúye nunca la complejidad argumental, una forma de retratar en la novela negra clásica la complejidad de la condición humana en un contexto social y político determinados. Francisco González Ledesma urde una historia con varios hilos, una dándonos una información y otras desinformándonos. La venganza es su asunto central, pero lo que hace que este asunto se convierta en crucial es su desenlace, es su madeja de equívocos y desilusiones. En toda novela negra que se precie es fundamental no traspasar eso que podríamos llamar su zona de verosimilitud, ese momento que todo lector está dispuesto a aceptar siempre y cuando no se tensione demasiado su paciencia. González Ledesma llega hasta el límite de aquella zona. Su relato está lleno de casualidades, de relaciones sospechosamente endogámicas, de circunstancias al borde de lo increíble. Pero a la postre todo va encajando, como en las buenas novelas negras, las mentiras que sostuvieron tantas vidas insignificantes y las mentiras que nunca serán aclaradas, sin contar las que tal vez sea mejor no aclarar jamás. Tiempo de venganza se lee con ganas. Y con esa expectativa siempre renovada que tienen las historias de Francisco González Ledesma.

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