La producción en el Reino Unido supera los 1.600 millones en 2003

El Reino Unido tuvo una buena cosecha cinematográfica en 2003, con más de 1.600 millones de euros invertidos en la producción de 173 largometrajes británicos y extranjeros. Esta cifra duplica la inversión registrada el año anterior y difícilmente será superada en el ejercicio presente, de acuerdo con el Film Council, organismo responsable de un exhaustivo estudio sobre la evolución de la industria cinematográfica, presentado esta semana.

La ubicación en los estudios de Londres y en otras localizaciones regionales de grandes producciones de Hollywood, como la tercera entrega de Harry Potter, El Rey Arturo o, entre otras, Troya, contribuyeron a disparar el nivel de inversión en 2003. La producción exclusivamente doméstica creció de 37 a 44 filmes, con una inversión total en torno a los 400 millones de euros. Las coproducciones con participación británica se concretaron en 99 filmes, 33 más que el año anterior. La industria del cine y vídeo dio empleo en 2003 a más de 57.000, lo que supone un crecimiento en una década del 77%.

El Señor de los Anillos: el retorno del rey fue la más taquillera de las películas extranjeras estrenadas en el Reino Unido e Irlanda, mientras que la comedia coral Love actually, dirigida por Richard Curtis, con una recaudación de 52 millones de euros, fue el más popular de los filmes con un componente de producción británica. Le siguieron Calendar girls, con cerca de 30 millones de euros, y Johnny english, con 28 millones.

Entre las películas en lengua extranjera, destacaron en taquilla la brasileña Ciudad de Dios, la india Kal Ho Naa Ho y la alemana Good bye Lenin. Con 678 salas de cine, y 3.318 pantallas, la recaudación total del año pasado se cifró justo por encima de los mil millones de euros, con un retroceso del 1,7% respecto a 2002.

El deterioro de los ingresos fue más acusado en relación con el número de espectadores. Si bien 167 millones de personas pasaron por taquilla, logrando el segundo récord más alto de los últimos 30 años, esta cifra representa un descenso del 5% respecto al año anterior. El desnivel fue más pronunciado que el 3% de espectadores que se perdieron en España en el mismo periodo.

El mercado español fue, casualmente, el más receptivo de Europa a las películas británicas. Éstas se hicieron con el 8% de la taquilla en España, el 7% en Alemania y el 5,1% en Francia. La actuación británica en Estados Unidos, con ingresos de 516,8 millones de dólares, y el 5,7% de la cuota de mercado, estuvo liderada por el trío de comedias Love actually, Calendar girls y Johnny english. Las tres son, técnicamente, coproducciones británico-estadounidenses.