Bruselas autoriza la fusión para crear la discográfica Sony BMG
Editores independientes critican la unión de la japonesa y Bertelsmann
La Comisión Europea no tiene "pruebas suficientes" para oponerse a la creación de la discográfica Sony BMG, que nace de la fusión de los respectivos negocios de música grabada de la firma japonesa Sony y de la alemana Bertelsmann. Y ello a pesar de que dicha fusión supone reducir de cinco a cuatro el número de multinacionales que copan el mercado discográfico, lo que ha sido denunciado por las compañías independientes.
La organización Impala, que aglutina a 2.000 firmas independientes, deploró la decisión de Bruselas señalando: "Hoy es un triste día para los artistas europeos, los empresarios, la cultura, la diversidad y los ciudadanos".
Una nota oficial de la Comisión Europea aseguraba ayer que seguirá atentamente la evolución del mercado discográfico, cuya concentración empresarial no cesa de aumentar, pero también confiesa su imposibilidad de encontrar las pruebas necesarias para cerrar el paso a una operación que fue notificada a Bruselas el 9 de enero pasado. "Teniendo en cuenta la ausencia de transparencia en el sector", dice Bruselas, "la Comisión no dispone de elementos de prueba suficientes para demostrar que las grandes compañías discográficas hayan acordado sus precios en el pasado y que una reducción del número de empresas de cinco a cuatro vaya a crear una posición dominante colectiva sobre los mercado nacionales de música grabada".
Universal, la primera
La fusión ahora autorizada no convierte, de hecho, a Sony BMG en la primera discográfica europea, un lugar que sigue ocupando Universal. Tampoco parece, a ojos de la Comisión, que vaya a situarse en una posición dominante frente a los otros grandes competidores, EMI y Warner Music, que en el año 2000 iniciaron a su vez una operación de fusión mal vista por Bruselas, razón por la que decidieron retirar su propuesta.
La nueva compañía Sony BMG nacerá de una fusión a partes iguales de Sony Corporation y Bertelsmann AG (BMG) y se dedicará al lanzamiento de artistas, la grabación y la comercialización de su música. Entre sus actividades no estará la edición musical o la fabricación y distribución física de los discos. La Comisión ha examinado también su impacto en el mercado de las licencias musicales en línea (on line) y la distribución de música en línea, pero también ha concluido que no supone problemas mayores para la libre competencia en el mercado europeo.
Tampoco hay problemas importantes, según los servicios del comisario europeo de la Competencia, Mario Monti, para las actividades verticales de ambas empresas matrices. Bertelsmann posee negocios televisivos y radiofónicos en Alemania, Francia, Bélgica, Luxemburgo y Holanda. Las marcas discográficas de Bertelsmann son Arista, Jive, Zomba y RCA. Las de Sony, Columbia, Epic y Sony Classical.
Las compañías independientes criticaron la decisión de Bruselas. "Estamos decepcionadas por la autorización de esta fusión sin que se haya intentado siquiera resolver los problemas de competencia que la misma Comisión identifica", ha dicho Impala. "Autorizar la fusión de dos dinosaurios que detentan el 50% del mercado con sus cuarteles generales en Nueva York afecta negativamente al desarrollo de la cultura europea y a la existencia de miles de jóvenes y pequeñas empresas", dice su presidente, Michel Lambot.
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