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OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Solución a El Vacie

Existen. El otro día vi, con mis propios ojos, una solución habitacional. Era móvil y un trailer la transportaba por la SE-30 a la altura del Parque de Miraflores. Su destino era acoger a familias de El Vacie que se habían quedado sin sus chabolas hace unos días, justo enfrente de donde está prevista la construcción de un emporio empresarial.

El caso es que existen. Vaya. Y están listas para ser amuebladas, ya saben, con objetos de una cadena internacional muy conocida que te da la panacea decorativa para ¿viviendas? de apenas 25 metros. En fin, que hizo bien en hablar María Antonia Trujillo de soluciones habitacionales para anunciar su Plan de la Vivienda. Puedo dar fe de que existen. Las soluciones habitacionales, como la energía, ni se crean ni se destruyen. Sólo se mueven.

Trujillo tiene mucha vergüenza. Sinceramente, creo que la cartera de la Vivienda le viene grande. Tal vez haya realizado una buena gestión en el mismo departamento en su comunidad pero Madrid es otra cosa. Me dio esa impresión en una rueda de prensa posterior a un Consejo de Ministros. Mientras Solbes y María Teresa Fernández de la Vega explican el déficit oculto, María Antonia se preparaba la lección.

Había llegado la hora de explicar el Plan de Choque de la Vivienda. Después vino su intervención, llegó su momento. Pero no habló de soluciones habitacionales, sino de viviendas, y de directivas para abaratarlas.

Yo había dicho de María Antonia Trujillo que era una inefable ministra. Sólo el tiempo me quitará la razón, dependiendo de cómo estén los alquileres y del tiempo que tarden las ayudas. Pero si hemos de calificar la labor de un Ministerio desde el punto de vista más personalísimo y sobre la base de cómo afecta a nuestro interés particular, mejor nos vamos a vivir en una solución habitacional. Ánimos, María Antonia, una linda pastora que deberá proteger a sus hermosas ovejas de las fauces de los lobos del ladrillo, culpables de que no queden soluciones ni para los chabolistas de El Vacie.

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