Holanda recorta el permiso para practicar abortos en alta mar
El Gobierno holandés ha recortado el permiso para navegar a otros países y practicar abortos en aguas internacionales al barco del grupo feminista Mujeres sobre las Olas. La decisión contradice una sentencia dictada en junio por los tribunales nacionales que no consideraba justificable la decisión del Ministerio de Sanidad de entorpecer este tipo de travesías.
La interrupción del embarazo durante las seis primeras semanas no precisa licencia alguna en los Países Bajos. Mujeres sobre las Olas quería ampliar el plazo hasta 12 semanas usando la píldora abortiva, algo considerado peligroso por las autoridades si no había cerca un hospital. El colectivo feminista busca ahora una fórmula que les permita viajar a países sin ley de aborto, como ya hicieron a Irlanda (2001) y Polonia (2003).
"En Polonia tuvimos que rechazar al menos a un centenar de mujeres que superaban los 45 días de embarazo. El año pasado tampoco teníamos licencia para trabajar más allá de dicho límite. El Gobierno holandés [una coalición de centro-derecha] ha vuelto a tomar una decisión que demuestra su incapacidad para separar la Iglesia del Estado", según Rebecca Gomperts, fundadora de Mujeres sobre las Olas. En su opinión las complicaciones ginecológicas de las que habla Sanidad son raras y el equipo médico está preparado para afrontarlas.
Cerca de un hospital
El ministerio sostiene que los abortos por encima de las seis semanas pueden producir hemorragias, y exige al barco que recale a 25 kilómetros de un hospital, tal y como prescribe la legislación. Como el barco sólo puede atender a sus voluntarias (pacientes) en aguas internacionales, y en dicho espacio están bajo la jurisdicción de La Haya, en la práctica sólo podrán administrarse píldoras para abortos de hasta seis semanas.
"El 95% de los embarazos se interrumpen en el plazo de 12 semanas. No tiene por qué pasar nada porque nuestros médicos son excelentes. Pero si hubiera problemas, podemos llegar a la costa y al hospital más cercano del país adonde viajemos en el plazo de una hora y media. Es una regulación que los tribunales también calificaron de innecesaria en su día", añade Gomperts. Médica de profesión, subraya que unas 5.000 mujeres extranjeras llegan todos los años a Holanda para interrumpir su embarazo y no se les exige nada. "Regresan a sus países sin ley de aborto vigente y, si llega a haber complicaciones, acuden a un hospital local. Los médicos pueden tener prohibido inducir un aborto, pero nunca atender a un paciente que les necesita", concluye.
El viaje de Mujeres sobre las Olas a Irlanda generó gran expectación, pero obtuvo pocos resultados. Sin licencia para operar y enfrentado al rechazo de los grupos provida locales, prácticamente sólo pudieron repartir información sobre métodos anticonceptivos. En Polonia sí consiguieron subir a bordo a varias mujeres y atenderlas en aguas internacionales. Las autoridades portuarias les impusieron una multa de 3.000 euros.
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