Zapatero se desmarca de la política antiterrorista de Aznar

José Luis Rodríguez Zapatero se desmarcó ayer de forma explícita de la política antiterrorista trazada por el Ejecutivo de José María Aznar. En la clausura de un seminario sobre La lucha contra el terrorismo y sus límites, el presidente del Gobierno condenó el recurso a las "guerras preventivas", como la de Irak, y defendió la prioridad en la colaboración con Francia y Marruecos, en contraste con el acercamiento del Gobierno del PP a Estados Unidos.

El presidente del Gobierno prometió aumentar las partidas presupuestarias para reforzar las plantillas de las fuerzas de seguridad del Estado y homenajeó a los manifestantes que, tras los atentados del 11-M en Madrid, salieron a las calles a preguntar "¿Quién ha sido?".

Fue una réplica a las críticas vertidas por el PP en la comisión de investigación del 11-M dirigidas a quienes acusaron al Gobierno de Aznar de mentir. Zapatero también se comprometió a ser escrupuloso en el cumplimiento de la legalidad a la hora de combatir el terrorismo. A su lado estaba el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, director del curso.

En una intervención improvisada, Zapatero distinguió entre el terrorismo de ETA y el terrorismo internacional, lo que no hacía el Gobierno de Aznar. Señaló que tanto el PSOE como el PP acertaron en la estrategia contra ETA con la política unitaria del Pacto Antiterrorista, que ha contribuido, dijo, a que la banda pierda toda esperanza de lograr sus objetivos y a reforzar la colaboración internacional y el respaldo a las fuerzas de seguridad.

En el texto de la conferencia, que distribuyó pero no leyó, Zapatero introdujo también claras diferencias. Valoró la colaboración con Francia y Marruecos y advirtió de que en la lucha contra el terrorismo hay que sumar también al nacionalismo democrático. En esta línea, matizó que el terrorismo de ETA es de distinta naturaleza que el terrorismo islamista.