Portugal decreta la alerta por la ola de calor
Portugal decretó ayer la alerta amarilla (intermedia) en 5 de sus 18 provincias por la ola de calor que asola el país desde hace cinco días. En estas regiones del interior de Portugal, con poblaciones muy envejecidas, las temperaturas han superado los 37 grados en los últimos cuatro días, lo que llevó a las autoridades a accionar el plan de contingencia elaborado tras la ola de calor del año pasado, que provocó más de 1.300 muertes e incendios catastróficos que quemaron unas 420.000 hectáreas, el 5% del territorio.
Este año se desconocen muertes provocadas por las altas temperaturas, pero en las últimas dos semanas los incendios han quemado 16.000 hectáreas y sólo el pasado miércoles hubo 367 fuegos. Los incendios de 2003 revelaron la falta de medios y preparación de las autoridades ante situaciones catastróficas. Mientras, el nuevo Gobierno portugués tomará posesión esta tarde para sustituir el Ejecutivo de José Manuel Durão Barroso, que abandonó Portugal para ser presidente de la Comisión Europea. El nuevo primer ministro, Pedro Santana Lopes, ya presentó a algunos de los miembros de su equipo. En Hacienda estará António Bagão Felix, responsable de Trabajo en el Ejecutivo de Durão Barroso y considerado uno de los ministros más serios y reformadores del Gobierno anterior.
Ésta es la respuesta de Santana Lopes al presidente Jorge Sampaio, que decidió no convocar elecciones anticipadas y nombrar a un nuevo Gobierno encabezado por el liberal Partido Social Demócrata (PSD). Sin embargo, exigió al populista Santana Lopes continuidad en áreas fundamentales como política exterior y presupuestaria.
El embajador en París, António Monteiro, considerado uno de los mejores diplomáticos lusos, será el nuevo ministro de Exteriores. Su nombre debe tranquilizar a Sampaio, que teme posibles daños en la política europeísta portuguesa debido al euroescepticismo de Santana Lopes y de Paulo Portas, el líder del Partido Popular que gobierna en coalición con el PSD. Otros nombres confirmados son António Mexia, presidente de la petrolera Galp, en Obras Públicas, y Álvaro Barreto, histórico del PSD, como ministro de Estado y de Economía. Paulo Portas deberá mantenerse en Defensa.
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