Espionaje imperfecto
el espionaje occidental no pasa por su mejor momento, a juzgar por los informes recientes que se han hecho públicos en EE UU y el Reino Unido. El 11-S le puso en un grave aprieto y la guerra de Irak le ha colocado en una situación delicada: información imprecisa, defectuosa y sesgada. El Senado estadounidense culpó la semana pasada a la CIA, y ayer el llamado informe Butler prácticamente repite lo mismo respecto a los servicios secretos británicos. Eso sí, no se acusa individualmente a nadie y, en el caso británico, las conclusiones de lord Butler, tras cinco meses de investigación, señalan que el Gobierno de Blair no tenía intención de distorsionar a la opinión pública cuando afirmó, en septiembre de 2002, que el arsenal militar de Sadam representaba una seria amenaza y que Irak estaba capacitado para lanzar un ataque en 45 minutos.
El informe, realizado por encargo del primer ministro, subraya que no hay una sola persona culpable de los fallos detectados en los servicios de espionaje y que el entonces jefe del comité conjunto de inteligencia, John Scarlett -responsable del dossier sobre Irak-, es idóneo para ponerse al frente del MI6 a partir del mes próximo. Anteriormente, otro informe, el de lord Hutton, también concluía el pasado enero que ni Blair ni el ministro de Defensa habían pretendido engañar sobre la amenaza iraquí.
No es fácil comprender la coherencia de todas estas observaciones, que se derivan de meses de investigaciones realizadas a instancias del poder político. Se exonera a los Gobiernos, se subraya que no hay negligencia culpable individualmente del espionaje, pero se cuestiona seriamente la capacidad de los servicios secretos a la hora de recopilar datos y de realizar un análisis. Blair, cuya popularidad sigue bajando a causa de su conducta sobre Irak, aceptó ayer en la Cámara de los Comunes las conclusiones del informe Butler, asumió responsabilidades por los errores, pero subrayó que nadie de su Gobierno mintió. Volvió a admitir que tal vez no hubiera armas de destrucción masiva, pero reiteró que el mundo es hoy mucho más seguro tras la ocupación de Irak y la captura de Sadam.
El ex secretario del Foreign Office Robin Cook, muy distanciado actualmente de la política del Gobierno, ha resumido la situación en estos términos: "La inevitable conclusión del contenido del informe de lord Butler es que enviamos nuestras tropas debido a una falsa información del espionaje, de análisis exagerados y de fuentes no fiables".
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