La división en la elección de compromisarios del PP se traslada al Consell y grupos institucionales
De Miguel dice que no ha habido integración y que "hay dos maneras" de entender el partido
La división entre campistas y zaplanistas en la votaciones para elegir a los compromisarios que acudirán al congreso nacional del PP en octubre se evidenció ayer en el seno del Consell y de algunos de los principales grupos institucionales populares. "Es triste y no es lo mejor que nos puede pasar, pero es evidente que durante este año no se ha producido un proceso de integración y que hay dos maneras de entender el PP", afirmó ayer la consejera de Bienestar Social, Alicia de Miguel, que cuestiona la actuación del equipo del jefe del Consell, Francisco Camps.
La pugna entre los partidarios del jefe del Consell, Francisco Camps, y del portavoz en el Congreso, Eduardo Zaplana, se trasladó ayer a algunos de los principales grupos institucionales, donde se intenta moderar el deterioro de la convivencia entre miembros de un mismo equipo de gobierno. El Consell, las diputaciones provinciales de Alicante y Valencia y el Ayuntamiento de Alicante son algunas de las instituciones donde la evidencia de la división empieza a lastrar la gestión de gobierno.
"El PP era un partido muy unido, donde la gente estaba contenta, feliz y trabajando y creo que hay que seguir en esa línea y estoy más que dispuesta a seguir poniendo mi granito de arena para seguir luchando por esta integración y esa unidad del partido", dijo ayer De Miguel, que presentó su candidatura como compromisaria pese a la advertencia del entorno de Camps de que se retirase. La derrota de la candidatura de la consejera, que optó por ejercer su derecho a participar en la misma agrupación en la que es afiliado Francisco Camps, sólo ha servido para acentuar más las diferencias. Así, el entorno de Camps reclamó en la misma noche del lunes la dimisión de la consejera, mientras que desde el sector zaplanista se considera inconcebible que el propio presidente de la Generalitat no fuera el primero en defender la eleccion como compromisarios de todos los miembros de su gabinete. Junto a la titular de Bienestar Social, el consejero de Industria, Miguel Peralta, también se refirió sin mencionarlos a algunos campistas que "por motivos interesados" también han tensionado "de manera excesiva" en el proceso de elección de compromisarios.
Fuentes del entorno del presidente de la Generalitat no descartan desde hace semanas una remodelación del Consell, tal y como hizo Eduardo Zaplana en sus gobiernos tras el primer año de legislatura. Sin embargo, las mismas fuentes reconocieron que una salida pactada con aquellos cargos que cuestionan con mayor virulencia el liderazgo de Camps facilitaría las cosas.
En Alicante, la pugna de ambas facciones está afectando a la gobernabilidad del Ayuntamiento de la capital y de la Diputación Provincial, instituciones gestionadas con mayoría absoluta por el PP. En el Consistorio alicantino hay dos grupos claramente diferenciados: uno liderado por el alcalde en respaldo de Camps, al que está adscrito la edil de Urbanismo y teniente de alcalde, Sonia Castedo, los ex diputados Luis Concepción y Juan Rodríguez Marín y el edil Pablo Suárez, y otro, muy compacto y más nutrido, que obedece las órdenes de Ripoll. La confrontación entre ambos ha llegado a tal extremo que, en realidad, puede hablarse de dos equipos de gobierno. Aunque públicamente el alcalde Díaz Alperi sostenga que la división en su partido no afecta a la institución que preside, en privado afirma que el grupo de Ripoll le está haciendo la vida imposible en el Ayuntamiento y que incluso ha pensado en dimitir.
Según el portavoz del PP en la Diputación alicantina, César Augusto Asencio, alineado con Camps, sólo hay que echar un vistazo a las cuentas de la institución provincial para evidenciar que los municipios gobernados por el PP que respaldan a Ripoll reciben más ayudas de la Diputación que los alineados con el presidente regional. Asencio, también alcalde de Crevillent, denunció que Ripoll no ha jugado limpio en la elección de compromisarios. "El Consell no ha condicionado el voto, pero sí la Diputación, con llamadas que hacen que alcaldes se vean en dificultades". Ahora, tras anunciar Asencio su apoyo a Camps, comienza a tomar cuerpo un grupo en la Diputación afín al presidente regional.
En la Diputación de Valencia, los campistas cuentan con mayoría, lo que ha dificultado la gestión del presidente, el zaplanista Fernando Giner, cada vez sometido a mayor presión.
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