Berlusconi fracasa en el primer intento de superar la crisis de su Gobierno

Tras varias horas de discusiones anoche en el Palacio Chigi de Roma, los dirigentes de la Casa de las Libertades, la coalición que lidera Silvio Berlusconi, no alcanzaron un acuerdo para superar la crisis en la que está sumergida. Según algunos asistentes la reunión tuvo momentos "particularmente turbulentos" y todos acordaron pasada la medianoche, suspender el encuentro y continuarlo en la tarde de hoy.

"Estamos trabajando y esto es positivo, pero todavía no hemos acordado nada. Nos encontramos dentro de una discusión compleja y profunda. Esperemos que mañana [por hoy] haya un acuerdo", declaró a la salida Rocco Buttiglione, ministro de Asuntos Europeos y uno de los líderes de la Unión de los Demócratas Cristianos (UDC), formación que amenaza con abandonar el Ejecutivo.

Precisamente la tensión política aumentó antes del encuentro con la publicación en la prensa de una carta enviada el pasado sábado por el líder de la UDC, Marco Follini, a Berlusconi en la que exponía sus exigencias para que su partido permanezca en el Gobierno.

Los "apuntes" se centran en cuatro temas: las instituciones, la economía, el sistema de garantías y la dimisión, el 2 de julio, de Guilio Tremonti como ministro de Economía. "Bastan tres palabras para resumir el programa político de Follini: liquidar a Berlusconi", escribió en su editorial Il Giornale, un diario cuyo dueño es el hermano del primer ministro.

En su carta, Follini expone sus exigencias, que, de no ser cumplidas en un plazo que termina el próximo día 16, significaría la salida de su partido del Gobierno de coalición, lo que sumiría al Ejecutivo en una grave crisis. Berlusconi amenazó el pasado día 9 con convocar de forma anticipada las elecciones generales, previstas para dentro de dos años.

A la reunión de ayer en Palazzo Chigi acudieron un total de 43 personas entre ministros y colaboradores. Los dirigentes tenían previsto abordar tres áreas principales en las discusiones, que podrían durar varios días: la política, la economía y las reformas institucionales. "Ya no hay espacio para la ambigüedad, la hipocresía, los juegos y los planes en la sombra; es tiempo de tomar decisiones", dijo el ministro de Trabajo, Roberto Maroni, de la Liga Norte. En el ámbito político, el tema más espinoso es la destitución de Tremonti, su futuro sustituto, y los posibles cambios en la organización del Ministerio de Economía. En el área económica, los líderes de la Casa de las Libertades tenían que abordar el programa económico del Gobierno y la reforma fiscal. En este aspecto, la UDC manifestó su descontento el pasado sábado por la reforma de los tramos fiscales del IRPF, que tiene como objetivo final bajar los impuestos. El tercer gran tema de la agenda es el de las reformas institucionales, con el delicado asunto del federalismo. La Liga Norte quiere resolver este punto definitivamente antes del final del verano, amenazando con una salida de la coalición. "Se puede discutir de todo, pero si entramos a debatir de la reforma federal, la Liga se irá", amenazó Marconi.

A la salida, Berlusconi declaró "estar abierto" a muchas de las propuestas, pero expresó su negativa a un cambio de rumbo en la política del Gobierno.