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MERCADOS

La semana cierra en tablas

Los altibajos del precio del petróleo asustan a los inversores

Los mercados de valores han cerrado esta semana prácticamente en blanco tras superar los problemas creados por los fuertes movimientos especulativos sobre el precio del petróleo. Los inversores han optado por mantenerse al margen de esos vaivenes y el Ibex 35 termina con un avance del 0,16%.

Las fuertes oscilaciones en el precio del petróleo, que llegó a superar los 37 dólares por barril en algunos momentos, han recordado a los inversores que la crisis no se ha cerrado del todo. La respuesta ante una situación que se creía superada ha sido una retirada discreta en tanto se aclara el panorama, lo que se ha traducido en una serie de movimientos muy cortos en los índices y unos volúmenes negociados bastante irregulares.

El Ibex 35 termina la semana con un avance del 0,16% que le permite mantener el nivel de los 8.000 puntos, aunque en la sesión de cierre llegó a caer por debajo de esa cota en algunos momentos. El índice general de la Bolsa de Madrid recupera el 0,18% para cerrar en 848,80.

El problema que se planteó en el mercado del petróleo fue el de un posible desabastecimiento ante la posibilidad de que el incremento de producción acordado para el mes de agosto no se llevara a cabo por la caída de los precios. A partir de ahí el precio del petróleo y los mercados de valores entraron en una "zona de turbulencias" que, en el caso de las bolsas, no fue más grave porque existe el convencimiento de que a medio plazo se va a producir una remontada, circunstancia que ha formado una especie de fondo cuya firmeza se ha demostrado a prueba, al menos, de alteraciones en el mercado del petróleo.

Los pocos datos económicos conocidos a lo largo de la semana no han aportado tranquilidad a las bolsas, ya que han sido en general muy irregulares y con cierta inclinación negativa. A tener en cuenta a mdio plazo las advertencias del BCE sobre las consecuencias negativas para el crecimiento económico en el supuesto de que se mantenga la escalada de los precios del crudo. Estas advertencias incluían el pronóstico de mayores presiones inflacionistas a corto plazo, aunque con perspectivas de estabilidad a medio plazo.

Una de las razones de la aparente calma con que los inversores se han tomado estas últimas presiones está en las expectativas de mejores beneficios por parte de las empresas cotizadas. Los resultados trimestrales comenzarán a publicarse en unos días y ello ha permitido cierto juego subterráneo que ha suplido con creces la ausencia de expectativas más amplias.

Sólo algunas previsiones sobre los resultados de las empresas han conseguido sacar a los inversores de sus posiciones, pero siempre dentro de unos niveles de actividad que, en general, pueden calificarse de muy bajos. La contratación máxima de la semana fue de 3.714,48 millones de euros, pero fue gracias a las numerosas operaciones de lavado de cupón.

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